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Entrevista a Lázaro Benítez Mouriño

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En esta ocasión os vamos a dar a conocer a un “perfecto desconocido” del mundo de la pesca, lejos de los pescadores de renombre que suelen ocupar las entrevistas en blogs y revistas, hoy vamos a charlar con un incansable pescador de competición gallego.


Lázaro Benítez Mouriño, vigués de nacimiento, es un amante de este deporte y sobretodo del mundo de la pesca de competición. Desde que lo conocí como uno de los organizadores del Open de Vigo de corcheo y entablé conversación con él siempre me ha llamado la atención lo multidisciplinar que es. Le recuerdo en campeonatos de España de varias modalidades diferentes a pesar de vivir en una Comunidad Autónoma alejada de casi todos los escenarios y donde muchas pescas de competición no están nada arraigadas, vamos a conocerlo un poco más.

Valerio Chumillas: Hola Lázaro, en primer lugar cuéntanos ¿de dónde te viene la afición a la pesca?

Lázaro Benítez Mouriño: Como a la mayoría de nosotros se lo debo a mi padre y a mi abuelo.Los empecé a acompañar con cinco años buscando truchas por los ríos cercanos a mi aldea, Gaxate. Pero  lo más importante no fue aprender a pescar sino aprender a disfrutar de esta pasión y  que cuando eres un anciano y tu cuerpo ya no te responde, esa ilusión por tener una caña en tus manos y tratar de engañar un pez sigue estando ahí. La vejez quita las fuerzas pero no las ganas.

V.C.: Y al mundo de la competición, ¿cómo te iniciaste?

L.B.M.: Llegué muy tarde a la competición, hará unos quince años. En la empresa donde trabajo había un cartel anunciando un concurso de pesca y me anoté, desde entonces formo parte de mi club GEPSA y descubrí todo un abanico de modalidades. Me inscribía en todo lo que podía , preguntaba que caña hacía falta y allá me iba. Al primer campeonato de agua dulce fuí con una caña , tres boyas y sin engodo. Fueron unos comienzos difíciles por que no tenía información ni a nadie que me enseñara. Hoy con internet es todo más sencillo.



V.C.: ¿Cuantas modalidades practicas?

L.B.M.: Déjame contar... mosca,lance,lago,agua dulce, surfcasting,corcheo,roca, black bass orilla y pato y spinning, diez en total.Mi calendario de competición es un poco apretado, me puede coincidir un social de mosca el sábado y el domingo un autonómico de agua dulce.

V.C.: Dicen que el que mucho abarca poco aprieta, ¿cuáles son los mejores resultados que has cosechado a nivel nacional?

L.B.M.: Quinto en black bass orilla, décimo segundo en lance y vigésimo primero en corcheo.



V.C.: ¿Qué importancia tienen para ti los resultados en el mundo de la competición?

L.B.M.: Son importantes pero relativos. Cuando compito trato de hacer lo mejor posible y me duele cuando fallo, sobre todo cuando represento a Galicia en un nacional. Pero mi abuelo me dijo que "un dia es del pescador y otro del río", que un día ganas y otro no. Un buen resultado es haberlo dado todo, haber entrenado y preparado la competición bien y a veces esto no es sinónimo de victoria en la clasificación pero debe serlo en lo personal. Celebra la victoria y aprende de la derrota.

V.C.: ¿Qué le dirías a la gente que no disfruta de la competición cuando tiene malos resultados?

L.B.M.: ¿Pescar y no disfrutar? Es un concepto que me cuesta plantearme. Nos dedicamos a un deporte en el que no te pagan y gastas bastante dinero en material, gasolina, comida, alojamiento, etc.. Pierdes horas de sueño, pasas frió, lluvia o calor y después de todos esos sacrificios resulta que no has disfrutado y llegas a casa derrotado y de mal humor para estar con tu pareja e hijos a los cuales les has robado tiempo para competir. Si lo planteas así es mejor dedicarse a otra cosa.



V.C.: Este año en Sevilla, el día de la entrega de premios, se vivió una anécdota que te hizo subir al pódium, cuéntanos cómo sucedió y cómo lo encajaste.

L.B.M.: ¡Menudo nacional! Todo lo que podía salir mal, salió mal. Al llegar al hotel estaba convencido de haber sido último y cuando me acerco a ver la clasificación veo para mi sorpresa que había sido otro pescador. Casualmente estaba a mi lado y empezamos a hablar y a reírnos de lo mal que habíamos quedado, parecía que hubiésemos ganado. Fueron tantas las risas que llamamos la atención del delegado de agua dulce de la federación y en la entrega de trofeos nos pidió que saliésemos a hacernos una foto con él por lo bien que nos lo habíamos tomado.

V.C.: ¿Cuántos nacionales llevas a tus espaldas de cada modalidad?

L.B.M.: 2 de corcheo equipos,5 de corcheo individual, 2 de agua dulce, 2 de black bass orilla y este año uno mas de corcheo y uno de lance, serán trece en total.

V.C.: Con tanta experiencia en este mundo seguro que tienes un montón de anécdotas, cuéntanos alguna interesante o divertida!

L.B.M.: Anécdota o locura. Me llamaron un miércoles para cubrir una baja de última hora para el nacional de agua dulce de Merida. No tenía nada preparado ya que la temporada para mi de agua dulce en Galicia no había empezado y estaba a vueltas con otras modalidades. Esa tarde reuní todo el equipo, a la noche fui a trabajar de diez a seis de la madrugada y al salir furgoneta de la selección Gallega y rumbo a Merida. El jueves de tarde al llegar fui al escenario y monté todo lo que pude, el viernes y el sábado tocó pescar. Después de la cena de gala, sobre la una de la madrugada cogí el coche de mi compañero Pedro Toucedo y sin dormir de vuelta para Pontevedra al provincial de lance. Llegué a las nueve, justo a tiempo para empezar la manga y hacer un segundo al terminar el día. Fueron cuatro noches en las que dormiría doce horas, tres mangas de un nacional, dos de un provincial y unos 1500 km. Juro no volver a repetirlo.



V.C.: A nivel “open” que concurso o escenario recomiendas conocer, ¿cuáles han sido los que más has disfrutado?

L.B.M.: En corcheo Vigo, por supuesto. En mosca me quedaría con el Coto de Verdes en Coruña. En agua dulce el Canal de Castrejon y en black bass el Embalse de Belesar.

V.C.: ¿Cómo ves actualmente la pesca de competición en España y especialmente en Galicia?

L.B.M.: A nivel de España lo veo en una gran progresión consiguiendo grandes resultados en muchas modalidades y en Galicia está todo por hacer. Mientras la Xunta no entienda lo que es la pesca de competición lo tenemos imposible. La situación es caótica, deprimente y surrealista. Para que os hagáis una idea la ley en Galicia me obliga a matar en el momento de su captura todas las carpas y black bass que pesque, me prohíbe engodar con asticot, usar anzuelos pequeños, se ha llegado a multar a un pescador por tener seis kits montados de la enchufable alegando que no se pueden tener mas de dos cañas, los pescadores de competición sobrevivimos a duras penas .

V.C.: ¿Qué modalidad es la reina en tu tierra?

L.B.M.: Hablar de competición en Galicia es hablar de pesca a mosca y de David Arcay, tetracampeon del mundo y el mas joven en conseguirlo. Un autentico fuera de serie como pescador y como persona. A él le debo mi mote de "Leatherman", dice que soy como una navaja suiza que valgo para todo. Hay un nivel muy alto y la cantera viene empujando fuerte.



V.C.: Es difícil elegir entre papá y mamá pero… ¿Cuál es tu modalidad favorita para pescar por libre y para competir?

L.B.M.: Para competir corcheo, agua dulce y mosca y para pescar por libre sin duda alguna mosca.Nací en el país de los mil ríos y eso deja huella.Cuando algo me preocupa, cuando tengo un problema y no encuentro la solución entonces cojo la caña y voy a mi querido río Oitaven y al regresar a casa todo se ve distinto y más fácil.

V.C.: Y nuevos retos: ¿Qué modalidad tienes en mente empezar a practicar? Me cuentan que tienes muchas ganas de hacer embarcación fondeada…

L.B.M.: Ja,ja,ja,ja ese es mi talón de Aquiles. Asistí a un provincial y creí morirme vomitando durante cuatro horas por la borda, aun así al año siguiente lo volví a intentar y otras cuatro horas muriéndome...pero no lo descarto en un futuro.

V.C.: Lázaro, ha sido un placer charlar contigo, creo que nadie más que tú merecía un espacio en “todos los peces, todas las técnicas” no sólo por dar voz a los pescadores menos conocidos sino porque eres una de las personas que mejor se adaptan al nombre del blog. Un abrazo y muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo.

L.B.M.: Muchas gracias a vosotros, a sido un placer.Buena pesca compañeros



Preguntas:Valerio Chumillas. Fotos: Lázaro Benítez Mouriño.

Copa Colmic 2018 - Riola

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Crónica del amigo Valerio Chumillas sobre la última Copa Colmic de 2018. En este ocasión tocó pescar en aguas del Júcar a su paso por Riola y el alburno, en pleno mes de diciembre, salvó la jornada para nuestro colaborador.

Corría la mitad del mes de diciembre y cuando media España ya pensaba en Navidades yo seguía pensando en pescar, son fechas a priori poco apetecibles para la práctica de nuestro deporte por el probable mal tiempo y la escasez de peces, pero tenía claro que no iba a perderme la Copa Colmic de Riola.

Valencia y su gente nos acogen demasiado bien siempre que vamos como para faltar a la cita, así que desde que vi el cartel no dude en apuntarme, dio además la casualidad que estando en Valencia se anunció de manera oficiosa que el escenario del próximo Nacional Individual de Coup sería precisamente Riola por lo que la competición adquiría un atractivo mayor.

Riola es un pequeño pueblo de Valencia cercano a Sueca y bañado por las aguas del Júcar. El tramo de río que comprende desde el pueblo hasta aguas abajo de Fortaleny forma el ZPC de Fortaleny y a las zonas del coto que están por encima del azud que hay antes de llegar a Fortaleny se les conoce popularmente como Riola. La zona más pescada del escenario es justo aguas arriba del puente de la carretera CV-509 que hay antes de llegar a Fortaleny. Al revés que aguas abajo aquí el rio es más ancho, lleva menos corriente y en la orillas de enfrente no suele haber carrizo. Además otra de las diferencias es que a nuestras espaldas tenemos un muro que en ocasiones hace algo complicado desenchufar la caña o lanzar la inglesa, recomiendo para esto último llevar un plástico para poner en el muro y evitar enganchar el muro y romper el bajo al lanzar. La profundidad es similar a la zona de Fortaleny siendo lo normal encontrar un 5º de agua a 13 m y un 4º pescando en corto aunque en algunos puestos puede llegar a haber un sexto a 13 m y un 5º en la orilla.

 

Lo que sabíamos del escenario por las últimas competiciones es que estaba dando poca pesca y los peces que salían tenían un tamaño brutal, cuando digo brutal me refiero a cifras casi más de carpfishing que de esta modalidad. A parte de las grandes carpas también daba la cara algún carpín de manera esporádica. El alburno también está presente en el escenario y aunque no ha solido ser un pez muy importante allí, en esta ocasión habiendo tan poca pesca podía ser opción al menos para parte de la manga.

Mis compañeros de viaje como tantas otras veces eran Sergio Íñigo y Mario Mateos. Los tres íbamos dispuestos a disfrutar del fin de semana y de la buenísima meteorología que estaba anunciada, casi 20ºC en la ciudad del Turia!

Llegamos el viernes por la noche, visita obligada a Armería Quinter para recoger los cebos del día siguiente de manos de Amparo y Mariví. Cena agradable con aroma a Iberian y a mil y una historias de pesca de competición y a la cama que al día siguiente tocaba entrenar.



El sábado pescamos las pesqueras de abajo del escenario, en teoría los mejores puestos, por el camino le iba comentando a Sergio que en mi única visita a Riola hace varios años, me toco pescar en la pesquera 111 tanto el sábado como el domingo. Cuando llegué el sábado al río y vi los puestos que nos tenían guardados empezó a sonarme a hechizo pero no, en esta ocasión me tocaba pescar la 110!

Preparamos dos pescas de pez grande, la primera a 13 metros montando dos tipos de línea, una con plomos de toque más bien gruesos y  sondeada sin apoyar plomo, para esto nos decantamos por el flotador Pò y otra con plomos de toque muy pequeños, plomeado más abierto y sondeado al primer, segundo o tercer plomo, usando para eso el flotador Smash. Ambas las montamos en líneas del 0,16. Para la orilla planteamos una línea de un diámetro bastante superior, un 0,20 y planteamos una pesca estática apoyando más o menos según permitiera el suelo.

Tenía varios ases en la manga, varios pequeños detalles que quería probar el sábado, pero para ver si realmente funcionaban necesitaba peces y dudaba de si iba a haberlos… Tras montar todo el equipo, Salva Talens nos puso los dientes largos a todos pinchando algún pez al principio del entrenamiento, pero fue un espejismo. Yo hice bolo estando de punta y para que os hagáis a la idea entre los 3 pescadores de Madrid sólo conseguimos sacar un pez…


Probamos la pesca del alburno y sacamos una media de 10 gr de peso, no vimos posibilidad de separar los grandes de los pequeños con cebado ni profundidad, era el alburno que había en el río y punto. Se podía pescar bien con 60 centímetros de agua y caña de 3 metros al menos el rato que lo probamos entrenando. Sobre la cantidad de alburno que se podía hacer no podíamos hacer cuentas pues no teníamos ni idea de si iba a aguantar las 4 horas de competición o no.

Lo mejor del entrenamiento fue el pedazo de “arròs al forn” que nos comimos al terminar la pesca, sólo por esa comida entre risas ya merecía la pena el viaje… La tarde la dedicamos a ver la Exposición de materiales que habían montado en Armería Quinter entre Joaquín Ojeda, representante de Colmic en la zona y los responsables de Quinter.

El domingo amaneció algo ventoso lo cual en mi cabeza afianzaba la idea de dedicarme al alburno pero aun así había que tener los ojos bien abiertos, la estrategia era pescar alburno mientras que lo hubiera o hasta que viera que la gente iba sacando peces grandes. Saber cuándo dar el cambio iba a ser fundamental para intentar rematar la faena con la enchufable. Para no perder tiempo en mantener el pesquil de la enchufable y no cortar el ritmo de pesca de alburnos decidí meter un cebado muy muy fuerte a la enchufable y dejarlo reposar toda la manga, era arriesgado pero había que apostar por algo y yo me la jugué al alburno.



Me tocó en la zona de arriba, el tercero empezando desde la punta, era la pesquera 83 si mal no recuerdo. Preparé una piruleta spinakker de 4 gr para pescar a ras, dos Smash y dos Pó. También monté toda la artillería de pardilleras tanto de las Alburn como de las Emperor Pro, la joya de la corona para el alburno de este tamaño. Todas las líneas de alburno iban hechas con el 0,09 del Stream y flotadores alternaba los Velox con los alargados, unos para pescar a la caída (alargados) y otros para pescar con el cebo ya posicionado (velox). En las cañas más largas monté algún Senna de 4x18 y de 1gr por si había que rascar algún alburno pescando profundo.

La manga comenzó según lo esperado, el alburno estaba activo y el pez grande muy parado, iba controlando el sector entre lo que veía y lo que me comentaba la gente que había viendo la competición, desde el principio vi que mi ritmo con alburno era bueno y que nadie iba más rápido que yo con los alburnos porque casi todo el mundo se había quitado de pescarlos menos yo. Se acercaba la última hora de la manga y seguía primero, muy metido en la pesca pero sin descuidar controlar el sector.



El que mejor iba con pez grande llevaba un pez y no tenía alburnos así que estaba tranquilo, lo que me preocupaba más es que cada vez tenía que irme más lejos para seguir sacando alburno por lo que iba aflojando el ritmo, a falta de 45 minutos para el final, Manuel Salmerón en la punta de la izquierda consiguió sacar un pez grande, a pesar de estar de punta había sido inteligente y había dedicado gran parte de la manga a pescar alburno por lo que con la captura de este pez grande me adelantaba claramente, yo llevaba un rato malo de alburnos, tenía que pescarlos con caña de 4 metros y en superficie, eso era mucha distancia y era imposible correr. Hice números y decidí que era el momento de ir a por la victoria sacando un pez grande. Me metí a ellos después de meter un par de copelas de encolado pero en vez de peces daba la sensación de que tenía un desierto allí abajo, no vi absolutamente nada, ni un leve toque.

Terminé la manga con un pequeño “nudo en el estómago” pues en los cinco minutos finales fueron varios los peces grandes que habían salido así que pensé que todo se había estropeado al final. La primera alegría llegó al saber que el punta sólo me había sacado 400 gr, esto me motivaba, mis 5,543 kg de alburno podían servir para estar bastante arriba, se completó el pesaje y confirmé que había hecho segundo de zona por detrás del murciano, una alegría saber que al final el trabajo de 3 horas y media con los pequeñines había dado sus frutos. Y también me entraron las dudas de si hubiera llegado a sacar 400 gr de alburno en la media hora que dediqué al pez grande.



Tocaba recoger y colocar todo el equipo haciendo el croquis en la furgoneta para meter mis materiales y los de Sergio. Después había que comerse una paella y asistir a la entrega de premios en el lugar que tiene acondicionado para ello la escuela de pesca en Fortaleny. Por cierto jamás vi mayor rapidez en la entrega de premios, vale que soy un lento recogiendo pero es que llegamos tarde a la entrega!! Pero bueno, nunca es tarde para recoger mi Kira M1 DE 4,5m que fue el premio esta vez, caña potente, ideal para pescar con fijo o a grandes distancias que pasa a ocupar un puesto en mi arsenal de inglesas.

En la entrega me enteré de cómo había ido la manga en el otro sector donde el joven Javi Puchau consiguió vencer esta Copa Colmic con una pesca muy trabajada de pez grande para sumar 7,441 kg con tres peces, su amigo Víctor Estarelles logró hacer segundo sacándole partido a un puesto con sus complicaciones por tener un enganche cercano, en el sector de abajo el alburno sólo dio la cara la primera hora de la manga.



La zona de feeder también fue de pocos peces llevándose la victoria Álvaro Soriano con 10,973 kg seguido de Miguel Roselló y Rafa Roselló.

Cerrábamos la última excursión de pesca del año con buen sabor de boca, ahora tocaba desconectar de la competición unas semanas pero por supuesto no de la pesca, eso nunca!



Texto: Valerio Chumillas. Fotografía: Valerio Chumillas.

Pesca de bogas al coup

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En esta ocasión os traigo la crónica de una sencilla jornada de pesca en busca de mis queridas bogas. Esta vez, utilizando una técnica muy sencilla pero también muy efectiva y un cebo que me encanta: el pan de molde. 


Soy muy repetitivo. Si hay algo sobre lo que he escrito mucho en este blog es sobre bogas. He descrito su pesca con inglesa, al feeder, a mosca, a la "franglaise"... Incluso las he grabado debajo del agua cuando suben por los ríos y arroyos en primavera. Pero cuando algo te gusta, te gusta.

Hace apenas una semana dediqué una jornada de pesca a estos peces. En el río, en primavera. No hay mejor momento ni mejor escenario para disfrutarlas. Y hay que aprovechar. Entre las sequías que no trae el calentamiento global y las especies alóctonas, el futuro de mis queridas bogas es incierto.

En esta ocasión usando una caña de coup de 5 metros equipada con puntero de pelo de ballena. Para ser exactos, realmente la caña usada fue mi pequeña enchufable Middy "system whip" que ya he descrito en otros artículos. Al ser una caña de coup con tramo enchufables decidí usarla con los tramos necesarios para alcanzar unos 5 metros. Con el kit sin elástico se maneja con muchísima soltura y, si hablamos de peces pequeños, el puntero de pelo de ballena no tiene rival.

En el tramo que pesqué y haciéndolo como pensaba hacerlo no pensaba clavar ningún pez más grande que una boga. Con los 5 metros de caña y otros tantos de hilo esperaba ser capaz de sujetar a la más grande de las bogas. Por suerte no me equivoqué.

Como siempre: ligero de equipaje

Como tenía que andar un buen tramo desde el coche hasta el río, decidí no cargar con más que lo necesario. Si normalmente llevo pocos trastos, esta vez no cargué apenas. La funda de la caña y una pequeña bolsa con algunos aparejos, una bandeja para tener los cebos a mano y los cebos del día. Ni siquiera llevé el panier o una silla para sentarme. Pescar de pie 3 horas no supone demasiado esfuerzo y creo que pescar así con la caña de coup incluso te ayuda a presentar mejor.

Pan de molde triturado y gravilla: el engodo del día.

Como engodo utilicé pan de molde. No es algo habitual en España pero yo lo utilizo mucho. Ya escribí una artículo hace un par de años que podéis recordar aquí. El día anterior quité la corteza a las rebanadas y trituré el pan con el accesorio para procesar alimentos de la batidora. Lo pasé por una criba muy fina y lo metí dentro de una bolsa de cierre zip dentro de la nevera. La idea es mantener el pan fresco y alejado del aire. En pocos minutos, al contacto con el aire y el sol, hacer bolas con esta harina de pan triturado se convierte en algo imposible.


Para dar peso al pan y conseguir llegar al fondo antes de que se lo lleve la corriente (¡las bolas de este pan flotan los primeros segundos!) utilicé gravilla. No hay necesidad de buscar nada especial. La gravilla usada para dar peso a las bolas de gusano encolado es perfecta para usarse con el pan.

Pan de molde y pinkies: los cebos del día.

Como cebo utilicé el mismo pan que cortaba con los “breadbunch”de 4,5 a 6 mm y pinkies rojos. El 80% de los peces los saqué con el pan pero el pinkie me dio algunos peces extra (sobretodo gobios) en momentos de parón en el pesquil.



Este año estoy pescando más con la caña fija y para distancias a partir de los 5 metros estoy probando flotadores en forma de “pera” invertida bastante alargados que estoy montando con olivettes. Salvo las bolas perforadas usadas para pescar a la inglesa con nudo, no había utilizado nunca olivettes. Mi idea es concentrar el peso del plomeado en un solo punto para favorecer la acción de “lanzar” o posicionar el flotador en el agua. No tengo dudas de que así se lanza mejor pero todavía no tengo la experiencia necesaria para sacar conclusiones. Entiendo que el montaje pierde flexibilidad y que no será ideal en aguas transparentes pero iré experimentando a lo largo de la temporada. Los resultados, de momento, son bastante positivos.

¿Forma de boloñesa clásica?
Olivettes y plomos del nº 8 como grupo principal.
Comencé la jornada sondeando con mucho cuidado. El sondeo con la caña de coup no es tan exacto como con la enchufable pero enseguida detecté un enganche justo enfrente de mi posición, a unos 4,5 metros de la orilla. Si pasaba con la veleta un poco más lejos, la pasada era limpia, pero si lo hacía a esa distancia, la veleta se hundía y el anzuelo, después de darle un tirón, volvía lleno pequeñas algas y detritus. Decidí pescar un poco más lejos y un poco aguas abajo dando alargando las pasadas hasta donde me permitiese la caña. La profundidad era algo superior al metro y el fondo parecía ser de arena.

La primera de las bogas de la mañana.

El cebado inicial, justo delante de mi, consistió en 3 bolas pequeñas de pan con bastante gravilla. Parece muy poco cebado pero el pan tiene dos características que hay que tener muy en cuenta: lo primero es que atrae inmediatamente a los peces, desde el primer segundo que toca el agua. No es necesario, por tanto, lanzar gran cantidad sino fijarse más en el ritmo. Además, es un cebo muy energético, que sacia mucho a los peces. Sumado a las 3 bolas de inicio fue lanzando pequeñas bolas cada vez que observaba que el ritmo de picadas disminuía.


Seleccioné una veleta de 1 gramo con la forma indicada y comencé pescando dando sencillas pasadas, sin retener o frenar la veleta en ningún momento. Esperaba encontrar algún pez en los primeros 5 minutos que, alterado por la explosión de pan en el río, tomase el cebo con determinación. Y así fue. El pan es instantáneo. A la tercera pasada obtuve la primera picada de la mañana y a la quinta pasada clavé la primera boga. Es formidable la lucha que ofrecen estos pequeños peces en la corriente y pescando con un equipo ligero. 


Pero la determinación del primer pez fue la única que encontré esa mañana. Enseguida los peces se "mosquearon" con el alboroto de cobrar las primeras bogas y empezaron a comer con mucha mayor timidez. Tuve que variar la forma de presentar el cebo en varias ocasiones e incluso observé que levantando el cebo 4-5 cm por encima del fondo las picadas eran más numerosas. Reteniendo, dejando correr la veleta, reteniendo, cebando con pequeñísimas bolas de pan... Así fui pasando la mañana.

Estrecho y rodeado de vegetación: mi puesto de esa mañana.

Aunque con timidez, la actividad de los peces no cesó en las tres horas en las que estuve pescando. Incluso un pequeñísimo barbo, un par de calandinos y media docena de gobios salieron a saludarme entre boga y boga. En los momentos en los que parecía que los peces no querían el pan cambiaba al pinkie y conseguía ir clavando alguno más que engordase el resultado final. Cuando ya miraba de reojo el reloj y me acordaba de mis obligaciones diarias clavé la ultima de las bogas de la jornada. Ese pez fue el mas grande de la mañana, un ejemplar no demasiado largo pero con una gran barriga que me hizo pensar que había clavado un barbo o un carpín. Lástima que las fotos no hagan justicia al tamaño de este pez.

La última y más "barrigona" de la jornada.
Volví realmente contento a casa. Todas las capturas del día fueron maravillosos peces autóctonos. Que nadie me malinterprete. También me gusta pescar otros peces y todos deben ser tratados con respeto pero estos son especiales. Ojalá duren mucho. Siempre captura y suelta en las mejores condiciones.


Texto: Daniel Porto. Fotografía: Daniel Porto.


Vacaciones a mosca 2019: aprendiendo a pescar truchas

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En 2019 tenía las mismas fechas de vacaciones que en el año anterior y una idea se repetía en mi cabeza: volver a disfrutar del río y la pesca a mosca como lo había hecho en 2018. Sólo que este año pensaba "complicarme" un poco más y dejar descansar a mis queridísimas bogas. Las truchas pasaban a ser mi objetivo número uno. 

Siempre aprovecho mis vacaciones para pescar. Aunque solo sea un rato cada tarde, o las primeras horas de cada mañana, allá donde voy llevo conmigo la caña. Mis habituales vacaciones en Francia de los últimos años pescando a inglesa o al feeder están narradas en este blog. Y mis vacaciones de 2018 donde decidí centrarme en pescar a mosca en el río en busca de bogas pueden leerse también por aquí. Este año, con el buen sabor de boca que me dejó el 2018, volví a centrarme en pescar a mosca. Y este año, la nueva vuelta de tuerca consistía en convertir las truchas en mi objetivo. 


Los 15 días que disfruto en verano se repartirían entre la sierra de Madrid y la montaña leonesa, en la zona de los Argüellos, al norte de la provincia. La sierra de Madrid no necesita mayor presentación. Es todo un remanso de naturaleza y tranquilidad a una hora de la gran urbe. Aunque es cierto que es una zona algo saturada los fines de semana, los días de diario la actividad y las visitas son mucho menores y la tranquilidad reina en esa parte de la comunidad madrileña. En sus maravillosos embalses y ríos he dado mis primeros pasos en la pesca a mosca y todavía puedo aprender muchísimo en sus aguas.

Un pequeño paraíso a una hora de la ciudad.

León es, para los pescadores de mosca españoles, el destino de referencia. Un pequeño paraíso para los amantes de la pesca pero también un destino ideal para los que nos gusta la montaña, la naturaleza y la gastronomía. Decidimos pasar unos días por la zona de Los Argüellos, muy conocida por las Hoces de Vegacervera, las Hoces de Valdeteja o la cueva de Valporquero. Y con los ríos Torío, Curueño, Bernesga y Porma a escasos minutos de nuestro alojamiento. Todo un sueño para el novato que quiere dar sus primeros pasos en busca de truchas.

Mis aparejos

Mis ninfas para las jornadas madrileñas

Mi pesca a mosca, como ya saben los que me leen habitualmente, no es nada corriente. Creo que podría definirse como "básica". Incluso creo que muchos ni siquiera lo consideran pescar a mosca. Suelo recorrer el río con una caña telescópica sin carrete ni anillas de 3 metros. Un nylon trenzado terminado en un señalizador de picada, una microanilla y el bajo completan mi aparejo. Suelo pescar con pequeñas ninfas, bien sean perdigones o ninfas más tradicionales. Las secas no suelen salir de la caja. Con el radio de acción que me da esta caña no suelo llegar donde me gustaría posarlas. Y, dada mi inexperiencia, tampoco conozco los patrones y las imitaciones que suelen funcionar. Todo se irá mejorando. Todo se irá aprendiendo.

Tramo de alta montaña madrileño.

Tramo de alta montaña madrileño.

Tramo de alta montaña madrileño.

Con estos conocimientos, este equipo y esta experiencia previa decidí que era momento de intentar atrapar alguna trucha. En Madrid seleccioné dos cotos: uno de alta montaña en el que me apetecía intentarlo más por su entorno que por verme con posibilidades de capturar algún pez y otro mucho más familiar para mi, un tramo medio donde he pescado muchas bogas y que conozco muchísimo mejor.

Pequeñas truchas serranas.
La experiencia de pescar el coto de alta montaña me encantó. Enseguida me dí cuenta donde se situaban las truchas e incluso saqué alguna a pez visto, algo totalmente nuevo para mi. En todo caso se trataba de truchas de tamaño muy pequeño pero muy divertidas de pescar con mi cañita. El entorno es insuperable y la tranquilidad absoluta. Pesqué en todo momento a ninfa y luego me enteré que el escenario y el momento del año pedían hacerlo a seca. Tengo mucho que aprender.  No me crucé con nadie hasta pasado el medio día cuando mi amigo Roberto, que sabía que estaba por allí, "trepó" con la bici para hacerme una visita. A él le debo las mejores fotos de la jornada.

Tramo medio madrileño

Algunas bogas iban tomando mis pequeñas ninfas
El resto de los días decidí quedarme en el tramo medio. Empiezo a conocer el río y donde suelen colocarse los peces y, pescándolo despacio, conseguí ir alternando bogas y truchas. Casi había pasado la mitad de las vacaciones y estaba muy contento. Aunque no pesqué todos los días (los fines de semana de verano ni me acerco al río), todos las jornadas de pesca habían terminado con al menos un par de truchas en mi haber. Ahora tocaba "jugar fuera", en territorio desconocido. Las expectativas eran altas pero sabía que no sería fácil.

Tramo medio del río Torío.

Tramo medio del río Torío.

Tramo medio del río Torío.
 
En León decidí empezar por el tramo medio del río Torío ya que tenía buenas referencias y podía ir andando desde nuestro alojamiento. Pero en cuanto lo pisé supe que iba a tener que esforzarme mucho para capturar alguna trucha. Siendo el río más ancho y profundo a lo que estoy acostumbrado y con unas aguas muy claras, las truchas me divisaban en cuanto asomaba la cabeza. Con mi caña de 3 metros con alcance limitado y sin saber donde suelen situarse las truchas en este río la misión se volvía complicada. Por suerte, y gracias a algunos amigos de Facebook, sabía más o menos que ninfas podían funcionar. Probando aquí y allá y batiendo mucha orilla conseguí quitarme el bolo con dos truchas de unos 15 cm. Quedaba claro que León y sus ríos no me iban a regalar un festival de capturas.

Río Torío, Hoces de Vegacervera.

Río Torío, Hoces de Vegacervera.

Siguiendo el consejo de algunos conocedores de la zona, las siguientes mañanas remonté el río hasta la zona de las Hoces de Vegacervera en busca de mejores resultados. Y creo que el cambio fue para bien. Además de conseguir multiplicar mis picadas, solo por pescar entre esas moles de roca, el viaje merecía la pena. Pescar en un entorno así, con un río de aguas transparentes y peces maravillosos debería ser una experiencia que todo pescador debería disfrutar alguna vez.

Una sola jornada fui a pescar por la tarde, hasta el sereno, a un río del que siempre he escuchado historias: el Curueño. En homenaje a mi amigo Luis decidí dejar las ninfas en el coche y pescar exclusivamente a seca. Quería "brindarle" una captura a seca en ese río. Pero no pude librar el bolo, fallé el día en el más ganas tenía de triunfar. Probé mucho, recorrí mucho río en busca de los rincones en los que alcanzar las posturas de las truchas con mi caña pero fue en vano. Hice subir a bastantes truchas a mi mosca pero estuvo claro que no les ofrecí lo que querían. Por un instante tuve un ejemplar prendido de mi anzuelo pero saltó en busca de la libertad y se zafó de mi engaño. Luis, volveré. O quizá volvamos juntos. Apúntalo en la lista de pendientes.


Terminaban las vacaciones de verano. Todos los días salvo uno había conseguido engañar a alguna trucha. Había conocido tramos nuevos en Madrid y había hecho mi primera visita a León. El sabor de boca que me dejaba la pesca era magnífico. Me sigue sorprendiendo las sensaciones tan positivas que me dejan estas jornadas. Pescar en escenarios tan bonitos y estar tan cerca de la naturaleza te enamora.

Lo pasé realmente bien pero también comprendí que tengo un montón de limitaciones. Con las tres ninfas que sé montar y con mi caña de coup no basta. Es hora de aprender a lanzar correctamente. De aprender a montar y a utilizar moscas secas (al menos de forma básica). Tengo que aprender a situarme en el río y entender el comportamiento de las truchas... Queda mucho camino por recorrer. Toca ponerse a estudiar.

Texto: Daniel Porto. Fotografía: Daniel Porto.

IX Coelho Fishing - Quinta da Boavista

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En esta ocasión traemos una magnífica crónica de Valerio acerca de IX Coelho Fishing, una interesante competición que se se realiza anualmente en Portugal. Cómo ya hemos hecho en otras ocasiones, publicamos en español y más abajo en portugués para nuestros amigos lusos.

[ EN ESPAÑOL]

En pleno periodo estival, anestesiado por el calor reinante en gran parte de la península, encontré en este viaje un perfecto refugio para pasar un gran fin de semana largo de pesca, playa y convivencia con mi gente del país vecino.

No era un viaje puramente de pesca, no había entrenamientos ni esa planificación previa a la competición que si hago otras veces. Se trataba de vivir y disfrutar del IX Coelho Fishing sin más pretensiones que darlo todo durante las dos mangas y llegar hasta donde se pudiera basándome en los consejos de mis amigos Manuel , André y Carlos Silva, grandes conocedores hace años del escenario pero desconectados de la pesca de agua dulce en la actualidad. La otra parte sería la improvisación durante la propia competición, de este modo sabía que era casi imposible estar arriba pero para nada me importaba. Y lo realmente importante del viaje era convivir unos días con estos buenos amigos.



El escenario.

Llegué a Aveiro el jueves por la noche y aunque el viernes no iba a entrenar si que me pasé a conocer algunas de las zonas del escenario y a ver a la gente que estaba entrenando, la “pista” como llaman a los escenarios en Portugal era preciosa, un pequeño lago muy cercano al mar en el pueblo de Ilhavo cercano a Aveiro. Se trata de una antigua gravera que antaño tuvo más partes cubiertas de agua.Hay una lengua de tierra que entra hacia el medio del lago de sur a norte donde también se pesca, que no es más que el resto de un antiguo camino de la gravera.



Me gustó mucho lo cubierto de vegetación que estaba todo el escenario, era un entorno natural maravilloso. El lago tiene una profundidad estándar de unos dos metros de agua en todos sitios, tanto a inglesa como a enchufable. El fondo varía siendo de arena en algunos sitios, de lodo en otros y con algo de hierba en otros, esto marca diferencias en algunos sectores. La pesca que había que hacer era a priori casi totalmente con la enchufable empezando a pescar más corto y terminando a 13 metros ya que era previsible que los peces fueran de más a menos durante la manga. Eso era lo previsible al menos. Otro aspecto a tener en cuenta eran las mini carpas de 4-10 gr que abundan en gran parte del lago, nadie se dedicó exclusivamente a ellas pero a mí me hubiera gustado entrenarlas y saber a qué peso se podía llegar con esos peces y ver si había posibilidad de pescarlas mezclándolas con peces medianos etc. Ante los consejos de mis amigos es una pesca que yo descarté.

La pesca.

Sobre el cebado, diría que los peces están totalmente acostumbrados al gusano, el uso del engodo se limita a algo testimonial en el inicio, en mi caso nada de engodo aunque sí que usé tierra para hacer una cama donde los peces comieran mejor. Así pues el gusano suelto, el encolado y el maíz se convertían en lo fundamental para cebar.

Como cebos de anzuelo con maíz, gusano y lombriz bastaba. No es un lago por lo que dicen en el que el foulli y el vdv hagan diferencias aunque a priori con la pesca que es, en las zonas que no molesta el pez pequeño, un poco de foulli aparentemente podría venir muy bien.



Ahora hablemos de los peces. El lago tiene una buena población de híbridos y carpas. Las carpas son o muy grandes o muy pequeñas ya que a las carpas de tamaño intermedio los cormoranes les han dado buenas palizas. Híbridos en cambio abundan desde los 100 gr hasta el kilo de peso tal vez porque este pez sea más difícil de capturar para los cormoranes. Más o menos estos eran mis conocimientos del escenario antes de empezar. Con todo ello decidí preparar dos pescas bastante diferenciadas para elegir sobre la marcha si tocaba contemporizar o apretar un poco más.

Pesca difícil:
Opte por montar líneas del 0,11 directo con gomas de 1,8mm. El flotador empleado fue siempre con antena de fibra, rovezzano en los gramajes de 4x12 y 4x14 y el Wind de 0,5 a 2 gr ideal este para el fuerte viento que se esperaba en la competición. El anzuelo empleado en estas líneas fue el n600 del 16. Monté un plomeado con 3 plomos de toque pequeños repartidos 10-15-15. La distancia de lo que sería el bajo de línea fueron 25 cm.

Pesca fácil
Aquí monté líneas del 18 con bajos de línea del 14 y del 16 y gomas de 2,1 y 2,3. El flotador empleado fue el Guadiana desde 4x12 a 2 gr.

Inglesas:
Prepare dos cañas con flotadores fijos, una sin nada en la línea y otra con 1 gr abajo. El error fue montar flotadores muy pequeños con idea de pescar a 25 m y esa no era la pesca que había que hacer a la inglesa. La pesca de inglesa era, pegado a la espadaña si tenías opción aunque estuviera lejos (a más de 50 metros en la primera manga) Y si no tenías espadaña lo ideal era irse a pescar lo más lejos que fueras capaz de controlar el cebado pues en el lago se realizan muchas competiciones de feeder y parece que los peces grandes se mueven bastante a esas distancias.

La competición: Primera Manga.

Comenzó la competición, gran ambiente en el sorteo, cuatro o cinco furgonetas de diferentes tiendas repartiendo cebo, cien pescadores deseosos de sacar la bolita buena, climatología agradable (ni me acordaba del tiempo que llevaba sin ponerme una sudadera) en fin todo estaba listo para que empezara la que todo el mundo opina que es la mejor competición de agua dulce en Portugal.
Mi bolita fue el G6, era de los pocos sectores que sabía exactamente cuál era pues unos días antes Tomás, el nuevo pescador de la generación de los Silva, había tenido su primer concurso infantil en esa zona con sólo 6 añitos.



El sector es peculiar, pasamos los coches por orden para poder colocarnos todos y pescando a 11 m la caña ya te sobresale al agua por detrás pero las ramas de los árboles hacen de rodillo perfectamente. Todos los puestos están perfectamente limpios de espadaña pero ojo debemos tener cuidado al trabajar los peces si no queremos perderlos entre las espadañas de los aledaños del puesto. Para esto lo más recomendable es trabajar los peces lejos y acercarlos al puesto y desenchufar el kit cuando ya estén entregados y puedas meterle la sacadera sin problema.

En este sector me habían dicho que existía la posibilidad de levantar los peces de manera similar a como se pesca en Almaraz, pero es algo en lo que no confié hasta el final de la manga. La apuesta, siguiendo los consejos de Manuel y de André, fue empezar pescando al quinto tramo pegado a la espadaña donde, de inicio, solo tiraría gusano suelto. Luego, hacer un cebadero con 5 bolas de tierra con semilla, asfixiado y lombriz a 9,5 m para pescar a 10m. El inicio en corto fue nefasto, no vi ni picada, por lo que a los 10 minutos estaba ya pescando a 10 m. Inicié con los Guadiana por tener sondeadas las líneas finas en la orilla. Pescando a ras, veía toques pero algo no iba bien.Hasta que no sondeé y empecé a pescar con las líneas finas no funcionó aquello. El siguiente cambio a mejor fue pescar más pesado con el Wind de 1 gr y el siguiente fue meterle un Hayabusa 220 del 12 para pinchar mejor los peces pescando con lombriz pequeña, que fue el cebo que más me gustó los dos días. Además era muy importante que la lombriz que pinchara se moviera mucho en el anzuelo. Tuve una segunda y tercera horas muy buenas donde hice casi toda la pesca. La cuarta y la quinta fueron muy malas. En la tercera me metí a pescar a 11 metros pero seguí gusaneando corto. En la quinta me tuve que ir ya a los 13 m y desesperado al no ver picadas tampoco a esa distancia, seguí el consejo de Manuel y volví a hacer un puesto con tierra y semilla. Conseguí sacar un pez más en ese puesto pescando abajo y luego empecé a tirar cañamón con ritmo para levantar los peces y pescar con 1 metro de agua y maíz en el anzuelo. Me arrepiento de no haber hecho esta pesca con gusano pero ese día funcionaba el maíz en el sector pescando a medias aguas y había que probarlo, aunque no sea algo a lo que le tengo mucha fe. El problema es que veía picadas pero me costaba mucho pinchar los peces, aun así sirvió para meter un par de peces más al rejón.

De esta manga jamás olvidaré la intensidad con la que lo vivieron mis ayudantes, sobre todo Manuel. El cabeza de familia vive tanto la pesca que hasta cuando no tiene la caña en la mano adopta una actitud tan intensa que prácticamente se mete dentro de tu cuerpo y pesca él. Agradecer una vez más a los tres, Carlos, André y Manuel lo pendientes que estuvieron de mí en todo momento en la competición.



Llegamos al pesaje y el sabor fue amargo. El resultado no fue nefasto(un 7 en sectores de 15) pero es cierto que estuve muy cerca de los puestos de arriba ya que el 4 se hizo a mi lado con 700 gr más que yo, y el 3 lo hizo el punta de la izquierda con solo 1,6 kg más que yo. Fueron esos peces de la primera hora los que faltaron para haberme quitado 3-4 posiciones perfectamente. Fue una pena no haberme adaptado antes a la pesca del día. El sector lo ganó holgadamente Paulo Viera con más de 16 kg de peces en el puesto 4. En la otra parte del sector, pescadores de renombre como Mario Batista o José Calado no pudieron obtener buenos resultados.

Era hora de recoger y dirigirnos al lugar en el que la organización había preparado una merienda para todos, donde pudimos comer un rico bocadillo y tomar algo fresco después de 5 intensas horas de competición.

La competición: Segunda Manga.

La competición estaba ya perdida de cara a la clasificación general pero quedaba la ilusión intacta para hacer un buen papel el segundo día corrigiendo los errores. Pensé en cambiar los anzuelos de las líneas directas y aumentarlos de tamaño para pescar con lombriz pero decidí que es algo que se podía hacer sobre la marcha, que el escenario había estado flojo de peces y podría ser necesario usar esos anzuelos pequeños pescando con gusano.

El azar fue generoso conmigo y saqué el puesto B1 (la punta de la izquierda de la zona B), un “puestazo” de pez grande en el que en el día anterior se había hecho un 2 perdiendo además muchos peces en la espadaña.



Planteé la pesca a 11 m pescando hacia la izquierda, con dos metros de separación a la espadaña. Monté elásticos más fuertes y líneas de hasta un 20 directo con un 8 de anzuelo, pero para nada fue necesario tanto hierro. El cebado de inicio fue mucho más fuerte: 5 bolas de tierra con lombriz, 3 de encolado y una copela de semilla. Comencé pescando con el Guadiana sin ver ni picada mientras el semipunta empezaba a tirar picadas y clavaba dos peces grandes con gusano. Decidí afinar e ir sacando peces pequeños hasta que llegaran los grandes. El primer pez lo pinché con una goma de 1,8 mm, una línea directa del 11 y un N600 del 16. Se trataba de un buen pez que se reía literalmente de mí hasta que terminó por soltarse. Decidí volver a pescar con las líneas fuertes y una hydro negra pensando que ya habían llegado los peces, pero solo pinché un pez (seguramente robado) al levantar la caña cuando el anzuelo estaba como a un metro de profundidad aunque se soltó enseguida. Ya iban dos peces perdidos...

Metí entonces un Wind de 0,5 gr con goma de 2,1 para pescar fino pero dominar más a los peces. Por fin saqué dos híbridos de buen tamaño. Seguidamente perdí tres peces... Dos de ellos por problemas con el elástico: uno rompió la línea al no salir el elástico por quedar encajado el conector cónico dentro de la tulipa y el otro se soltó nada más clavarlo porque al elástico le costó un poco salir, probablemente por estar mojado. Es complicado pescar fino con la espadaña tan cerca y los peces no comían bien pescando grueso. El otro pez que perdí fue a punta de sacadera, después de una buena pelea.

Iban ya 5 peces perdidos (4 con el montaje fino y uno robado) por lo que decidí que se acabó el pescar tan fino. A partir de ese momento hice toda la pesca con el Guadiana y no volví a perder ningún pez. La lombriz seguía siendo, con diferencia, lo mejor para evitar a las mini carpas y para coger híbridos. La cuarta hora fue malísima así que decidí irme a los 13 m y pescar incrustado en la vegetación de la orilla. Hice puesto con dos copelas una de tierra y otra de encolado. Ahí no usé el tirador cosa que si estaba haciendo en el otro puesto con cañamón y maíz durante toda la mañana. Dejé reposar el puesto 15 minutos que los invertí en sacar mini carpas en la orilla con un kit a un ritmo de dos por minuto, cuando me metí a 13 metros el puesto está bien hecho, enseguida saqué tres pequeños híbridos de 200 gr y a falta de 10 minutos clavé una carpa grande de más de 2 kg que conseguí meter en la sacadera a falta de dos minutos y que me llevó al segundo puesto de sector por detrás del otro punta que hizo 12 kg ganando él la zona.



Esperaba más peces en esta manga, ya que el día anterior se habían hecho 9 kg en ella y se suponía que el escenario iba a ir a más el segundo día (aunque hay quien tenía la creencia contraria). Cometí errores pero no llego a percibir en que fallé para no meter las grandes carpas a comer en el puesto, quizás falto comida, quizás sobró lombriz y faltó maíz, quizás falto pescar toda la manga totalmente pegado a la espadaña…No lo sé mi desconocimiento del escenario me impiden saber exactamente qué pasó. Luego perdí algunos peces por fallos infantiles míos que no debo volver a cometer…

Me quedo de esta manga con la bella pelea contra el último pez, esa carpa llevó al límite mi equipo y mi adrenalina y esta vez si salieron bien las cosas y pude meterla en la sacadera.



Conclusiones finales.

Había terminado el Coelho Fishing y pronto se supo que había dos pescadores con dos primeros en la general, Luis Pinheiro y Jacinto Silva resolvieron su empate por peso siendo el vencedor Luis Pinheiro realizando una bella pesca a la inglesa en las dos mangas en el centro de la zona añadiendo además algún pez con enchufable al principio de la manga. Completó el pódium Marcelo Marques con 3 puntos. Yo terminé 18º de la general, algo mejor de lo esperado a priori y algo peor de lo que debería haber quedado con los buenos puestos que tuve.



La comida discurrió entre buen ambiente y risas compartiendo mesa con mis amigos gallegos Joaquín y Lázaro, probamos varios manjares de la gastronomía portuguesa entre los que destacó una carne de cerdo espectacular.

Tras la comida llegó la gran entrega de premios, a parte de los 10 premios económicos y los 28 premios económicos a los 1º y 2º de cada sector había infinidad de premios en material desde una enchufable, varias inglesas, borsetería, rejones etc…



No puedo dejar de mencionar otros premios muy curiosos que dieron en la rifa como un cochinillo asado o varias gallinas vivas! “Portugal it´s different”

Terminó asi esta 9º edición del Coelho Fishing en la que ya presentaron el cartel de la edición del año que viene en la cual para celebrar el X Aniversario van a hacer un Coelho Fishing a lo grande triplicando el premio para llegar hasta los 3000 euros. Unas cifras que a buen seguro atraerán a un buen número de pescadores españoles.

Quedaba lo peor, el largo viaje de vuelta a casa pero la vuelta siempre es más agradable después de haber disfrutado y aprovechado hasta el último momento del fin de semana.




[ EM PORTUGUÊS]


No meio do verão, anestesiado pelo calor que prevalecia em grande parte da península, encontrei nesta viagem um refúgio perfeito para passar um ótimo fim de semana prolongado de pesca, praia e morar com meu povo do país vizinho.
Não foi uma viagem puramente de pesca, não houve treinamento ou planejamento de pré-competição que eu fiz outras vezes. Foi sobre viver e desfrutar do IX Coelho Fishing sem mais pretensões do que dar tudo durante as mangas e chegar o mais longe que pude baseando-me no conselho dos meus amigos Manuel, André e Carlos Silva, grandes conhecedores anos atrás na pista mas desconectados do pesca de água doce hoje. A outra parte seria improvisação durante a competição em si, então eu sabia que era quase impossível estar em pé, mas eu não me importava nem um pouco. E o mais importante da viagem foi viver alguns dias com esses bons amigos.


Cheguei em Aveiro na noite de quinta-feira e apesar de na sexta-feira não estar indo treinar se conhecia algumas das áreas do pista e ver as pessoas que estavam treinando, a pistaera linda , um pequeno lago muito perto do mar na aldeia de Ilhavo perto de Aveiro. É um cascalho antigo que já teve mais partes cobertas com água. Há uma língua de terra que entra no meio do lago de sul a norte, onde também é pescada, que nada mais é do que o resto de uma velha estrada de cascalho.
Eu realmente gostei do quão coberto de vegetação era o pista inteiro, era um ambiente natural maravilhoso.


O lago tem uma profundidade padrão de cerca de dois metros de água por todo o lado, tanto em inglês como em francesa. O fundo varia sendo de areia em alguns lugares, de lama em outros e com grama em outros, isso marca diferenças em alguns setores.
A pesca que teve que ser feita foi a priori quase completamente com canna francesa começando a pescar mais curto e terminando a 13 metros desde que era previsível que o peixe ia de mais para menos durante a manga. Isso era previsível pelo menos. Outro aspecto a ter em conta foram as mini carpas 4-10 gr que abundam em grande parte do lago, ninguém se dedicou exclusivamente a elas, mas eu teria gostado de treiná-las e saber que peso poderia ser alcançado com esses peixes e ver se havia a possibilidade de pescá-los misturando-os com peixe médio, etc. Antes do conselho dos meus amigos é uma pesca que eu descartei.
No priming, eu diria que os peixes estão totalmente acostumados ao verme, o uso do engodo é limitado a algo testemunhal no começo, no meu caso nada de engodo embora sim eu usei terra para fazer uma cama onde o peixe comeu melhor. Assim, o verme solto, a colagem e o milho tornaram-se os fundamentos do priming.
Como iscos com milho, asticot e minhoca, era o suficiente. Não é um lago para o que eles dizem em que o foulli eo vdv fazem diferenças embora a priori com a pesca que é, nas áreas que o peixe pequeno não se incomoda, um pouco de foulli aparentemente poderia vir a calhar.
Agora vamos falar de peixe. O lago tem uma boa população de híbridos e carpas. As carpas são muito grandes ou muito pequenas, uma vez que os cormorões de carpa de tamanho intermédio foram espancados. Híbridos em vez abundam de 100 gr a um quilo de peso, talvez porque este peixe é mais difícil de pegar para cormorões.
Mais ou menos estes eram meus conhecimentos do estágio antes de começar. Com tudo isso, decidi preparar duas pescarias bem diferenciadas para escolher na mosca, se fosse para contemplar ou apertar um pouco mais.

Pesca dura:

Escolha montar 0.11 linhas retas com pneus de 1.8mm. O flutuador utilizado foi sempre com antena de fibra, rovezzano nos pesos de 4x12 e 4x14 e o wind de 0,5 a 2 gr ideal para o vento forte que se esperava na competição. O anzois usado nessas linhas era o n600 de 16. Eu montei um prumo com 3 pequenos jumbos de contato distribuídas 10-15-15. A distância do que seria a linha baixa foi de 25 cm.

Pesca fácil

Aqui montei linhas de 18 com baixos de linha de 14 e 16 e elásticos de 2.1 e 2.3. O flutuador utilizado foi o Guadiana de 4x12 para 2 gr.

Inglês:

Prepare duas cannas com flutuadores fixos, um com nada na linha e um com 1 gr abaixo. O erro foi montar pequenos boias com a idéia de pescar a 25 me não era a pesca que tinha que ser feita em inglêsa. A pesca inglesa era, anexada ao junco se você tivesse uma escolha, mesmo que estivesse longe (mais de 50 metros na primeira manga) E se você não tivesse junco, o ideal era ir pescar tanto quanto você fosse capaz de controlar O lago tem muitas competições de feeder e parece que peixes grandes se movem bastante nessas distâncias.

A competição começou, grande atmosfera no sorteio, quatro ou cinco vans de diferentes lojas distribuindo iscas, uma centena de pescadores ansiosos para tirar a boa bola, bom tempo (eu não me lembrava do tempo que eu tinha estado sem colocar um moletom) tudo estava pronto para aquele que todos pensam ser a melhor competição de água doce em Portugal começará.
Minha bolinha era o G6, era um dos poucos setores que sabia exatamente o que era, porque poucos dias antes de Tomás, o novo pescador da geração Silva, teve sua primeira competição infantil nessa área com apenas 6 anos de idade.


O setor é peculiar, passamos os carros para poder nos colocar tudo e pescar a 11 m a vara já se projeta à água atrás de mas os galhos das árvores fazem um rolo perfeito. Todos os postes estão perfeitamente limpos, mas tenha cuidado ao trabalhar com os peixes, se não quisermos perdê-los entre o junco dos arredores do poste. Para isso, o mais aconselhável é afastar os peixes e aproximá-los do suporte e desconectar o kit quando eles já estiverem entregues e você pode colocar o soco sem problemas.
Neste setor me disseram que havia a possibilidade de levantar o peixe de maneira semelhante à pesca em Almaraz, mas é algo em que eu não confiava até o final da manga. A aposta, seguindo o conselho de Manuel e André, era começar a pescar para a quinta seção anexada ao junco onde, inicialmente, só jogaria asticot solto. Então, faça uma isca com 5 bolas de terra com semente, asfixiada e minhoca a 9,5 m para pescar a 10 m. O começo curto foi desastroso, eu não vi nem mordi, então aos 10 minutos já estava pescando a 10 m. Comecei com o Guadiana por ter sondado as linhas finas da costa. Flush de pesca, eu vi toques, mas algo estava errado. Até que eu investiguei e comecei a pescar com linhas finas que não funcionavam. A próxima mudança para melhor foi pescar mais pesado com o Wind de 1 gr e a seguinte foi colocar uma Hayabusa 220 de 12 para melhor picar a pescaria de peixe com minhoca pequena, que foi a isca que mais gostei dois dias. Também era muito importante que o minhoca que picasse se movesse muito no anzol. Eu tive uma boa segunda e terceira hora em que fiz quase toda a pesca. O quarto e quinto foram muito ruins. No terceiro, fui pescar a 11 metros de distância, mas continuei a encurtar. No quinto eu tive que sair às 13 me desesperado para não ver nenhuma mordida àquela distância, segui o conselho de Manuel e voltei a fazer uma posição com terra e semente. Consegui pegar mais um peixe nessa posição e depois comecei a jogar sementes de cânhamo com um ritmo para levantar o peixe e pescar com 1 metro de água e milho no anzol. Lamento não ter feito este asticot pescando, mas naquele dia o milho trabalhou no setor pescando no meio da água e teve que experimentá-lo, embora não seja algo com o qual eu tenha muita fé. O problema é que eu vi mordidas mas eu tive um tempo duro picando o peixe, entretanto serviu para pôr um par mais peixe na manga.
Neste mangá nunca vou esquecer a intensidade com que meus ajudantes viveram, especialmente Manuel. O chefe da família vive pescando tanto que, mesmo quando não tem a vara na mão, adota uma atitude tão intensa que praticamente entra em seu corpo e o pesca.
Obrigado mais uma vez para os três, Carlos, André e Manuel para o excelente que eles eram de mim em todos os momentos da competição.


Chegamos à pesagem e o sabor era amargo. O resultado não foi desastroso (um 7 em setores de 15), mas é verdade que eu estava muito perto das posições de topo, já que os 4 estavam ao meu lado com 700 gramas a mais do que eu, e os 3 fizeram a ponta do deixou com apenas 1,6 kg a mais do que eu. Foram esses peixes da primeira hora que faltavam ter tomado 3-4 posições perfeitamente. Foi uma pena não ter se adaptado à captura do dia anterior.
O setor foi facilmente conquistado por Paulo Viera com mais de 16 kg de peixe na posição 4. Na outra parte do setor, renomados pescadores como Mário Batista ou José Calado não conseguiram bons resultados.

Era hora de pegar e ir ao local onde a organização havia preparado um lanche para todos, onde poderíamos comer um delicioso lanche e beber algo fresco depois de 5 horas intensas de competição.

A competição já estava perdida em face da classificação geral, mas a ilusão permaneceu intacta para desempenhar um bom papel no segundo dia corrigindo os erros. Pensei em trocar os anzois das linhas diretas e aumentá-los em tamanho para pescar com minhoca, mas decidi que é algo que poderia ser feito na hora, que o pista estava solto de peixe e que talvez fosse necessário usar esses pequenos anzois pescando com asticot.


O acaso foi generoso comigo e tirei a posição B1 (a ponta da esquerda da zona B), um “peixe grande” colocado no qual no dia anterior tinha sido feito um 2, perdendo também muitos peixes no junco.
Eu levantei a pesca para 11 m de pesca para a esquerda, com dois metros de separação para o junco. Montei elásticos mais fortes e linhas de até 20 direto com um 8anzois, mas para nada era necessário tanto ferro. O arranque inicial foi muito mais forte: 5 bolas de terra com minhoca, 3 de asticot encolafo e um copo de sementeira. Comecei a pescar com o Guadiana sem ver ou picar, enquanto a semipunta começava a morder e prendia dois peixes grandes com asticot. Decidi sintonizar e ir puxando pequenos peixes até que os grandes chegassem. O primeiro peixe eu perfurei com uma borracha de 1.8 mm, uma linha direta de 11 e um n600 de 16. Foi um bom peixe que literalmente riu de mim até que finalmente se soltou. Eu decidi ir pescar novamente com as linhas fortes e um Hydro preto pensando que o peixe tinha chegado, mas eu só perfurei um peixe (provavelmente roubado) ao levantar a vara quando o anzois estava a cerca de um metro de profundidade, embora tenha sido liberado imediatamente. Já havia dois peixes perdidos ...
Eu então coloco um 0.5 gr Wind com 2.1 chiclete para pescar bem, mas domino mais o peixe. Eu finalmente tirei dois híbridos de bom tamanho. Então eu perdi três peixes ... Dois deles devido a problemas com o elástico: um quebrou a linha quando o elástico não saiu porque o conector cônico foi encaixado dentro da tulipa e o outro foi liberado logo após pregar porque o elástico custou um pouco saia, provavelmente por estar molhado. É difícil pescar bem com o junco tão perto e os peixes não comeram bem pescando densamente. O outro peixe que perdi foi na ponta de um soco, depois de uma boa luta.
Já havia 5 peixes perdidos (4 com a assembléia bem e um roubado) assim eu decidi que a pesca era tão boa. A partir desse momento fiz toda a pesca com o Guadiana e não perdi mais peixe.
A minhoca permaneceu, de longe, a melhor para evitar mini-carpas e capturar híbridos.

A quarta hora foi muito ruim, então eu decidi deixar a 13 m e peixe incorporado na vegetação da costa. Coloquei duas xícaras uma de terra e outra de asticot encolafo. Lá eu não usei a coisa de atirador que se eu estivesse fazendo no outro poste com cânhamo e milho toda a manhã. Deixei ficar por 15 minutos, o que eu investi em tomar mini-carpas na praia com um kit a uma taxa de dois por minuto, quando cheguei a 13 metros a posição é bem feita, então peguei três pequenos híbridos de 200 gramas e na ausência de 10 minutos acertei uma grande carpa de mais de 2 kg que consegui colocar no pote na ausência de dois minutos e isso me levou ao segundo posto do setor atrás do outro extremo que fez 12 kg ganharem a área.


Eu esperava mais peixes neste mangá, desde o dia anterior 9 kg foram feitos nele e assumiu-se que o pistairia mais no segundo dia (embora existam aqueles que tiveram a crença oposta). Eu cometi erros, mas não consigo perceber que não coloquei as grandes carpas para comer no posto, talvez eu tenha saudades de comida, talvez houvesse minhoca e milho faltando, talvez eu sinta falta da manga inteira completamente presa ao junco ...não sei minha ignorância do pista eles me impedem de saber exatamente o que aconteceu. Então eu perdi alguns peixes por causa dos erros de meus filhos que eu não devo cometer novamente ...


Eu mantenho esta manga com a bela luta contra o último peixe, que a carpa levou meu time e minha adrenalina ao limite e desta vez as coisas correram bem e eu pude colocá-lo no soco.

Coelho fishing acabou e logo se soube que havia dois pescadores com dois primeiros em geral, Luis Pinheiro e Jacinto Silva resolveram o empate em peso sendo o vencedor Luis Pinheiro fazendo uma bela pescaria inglesa nas duas mangas no centro de a área também adicionando alguns peixes com francesa no início da manga. Ele completou o pódio de Marcelo Marques com 3 pontos. Eu terminei em 18º no geral, um pouco melhor do que o esperado a priori e um pouco pior do que deveria ter sido com as boas posições que eu tinha.


A refeição decorreu entre uma boa atmosfera e risos partilhando uma mesa com os meus amigos galegos Joaquín e Lázaro, tentámos várias iguarias da cozinha portuguesa entre as quais se destacava uma espectacular carne de porco.

Depois da refeição veio a grande cerimônia de premiação, além dos 10 prêmios econômicos e os 28 prêmios econômicos no 1o e 2o de cada setor havia inúmeros prêmios em material de um francesa, vários ingleses, borsetería, grelhas etc ...


Eu não posso deixar de mencionar outros prêmios muito curiosos que eles deram no sorteio como um leitão assado ou várias galinhas vivas! “Portugal it´s different”

Assim terminou esta 9ª edição da Coelho Fishing em que já apresentavam o cartaz da edição do próximo ano, em que para comemorar o X aniversário farão uma Coelho Fishing em grande forma triplicando o prémio para atingir os 3000 euros. Alguns números que certamente atrairão um bom número de pescadores espanhóis.

O pior foi a longa viagem de volta para casa, mas o retorno é sempre mais agradável depois de ter aproveitado e aproveitado até o último momento do fim de semana.


Texto: Valerio Chumillas. Fotografía: Valerio Chumillas. Traducción al portugués: 


¿Gardones o escardinios?

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En esta ocasión intentaremos explicar como diferenciar entre dos especies de peces que empiezan a extenderse por aguas españolas.  Cuando todavía nos estamos habituando a la aparición de luciopercas y siluros en muchas de nuestras aguas, aparecen nuevos peces como el alburno, el pez gato del canal, la brema, la perca, el gardón (rutilo) o el escardinio (gardí).  Aquí os dejamos algunas claves para su identificación.


Gardón pescado en Castilla la Mancha.
Por desgracia para el medio ambiente y la diversidad nos ha tocado vivir en la época de las especies alóctonas. En España ya es mucho más fácil pescar especies invasoras que especies autóctonas. Es cierto que nuestros ríos se encuentran muy deteriorados tanto en la calidad de sus aguas como en la multitud de presas y embalses que albergan pero yo no veo sentido a la introducción de estos peces.

En esta ocasión hablaremos de gardones y escardinios. Ninguno de los dos son autóctonos. Ambos provienen de Centro Europa. Se cree que las dos especies se introdujeron hace casi 100 años en el lago de Banyoles y de allí se extendieron a las cuencas interiores de Cataluña y cuenca del Ebro en la década de 1980 con el fin de servir de alimento a los grandes predadores que habitan estas aguas. Desde el Ebro ya han dado el salto a otras muchas masas de agua españolas, casi siempre en mano de "pescadores deportivos".

Escardinio pescado en Madrid. Foto: Luis Sierra.



En todo caso son perjudiciales para la flora de nuestras aguas y son un duro competidor para nuestras especies autóctonas como cachos, bogas o calandinos, allá donde todavía queden.

Rutilo o gardón (Rutilus rutilus).


El rutilo (Rutilus rutilus) también se conoce comunmente en España como gardón. Personalmente creo que se ha popularizado este nombre debido a la utilización de engodos franceses específicos para este pez. En Francia se conoce a este pez como "gardon" y en UK como "roach".

El gardón se alimenta prácticamente de cualquier cosa: zooplancton, invertebrados bentónicos, crustáceos, materia vegetal... Su capacidad para tolerar diferentes calidades de agua lo hacen perfectamente adaptable a cualquier tipo de escenario.

Grandes ejemplares de gardón pescados en España.


A día de hoy podemos encontrar los rutilos (gardones) en diversas aguas de Cataluña, en diferentes puntos de la cuenca del Ebro, en el embalse de Finisterre, lagunas de Ruidera, embalse de Peñarroya, embalse de La Solana y río Tajo a la altura de Aranjuez. En la vecina Portugal se pescó por primera vez en el río Ave y actualmente se puede encontrar también en el río Duero. En todo caso alcanza tamaños medios muchísimo mayores a los que alcanza en el resto de Europa.

En mi caso particular pesqué mis primeros gardones (rutilos) en Francia en verano de 2012 en un viaje al sur del país galo. Posteriormente los he pescado en Francia y en Reino Unido así como en España. Aquí en el blog ya describimos una jornada de pesca de gardones en La Mancha (ver pinchando aquí).

Precioso gardón pescado en una pequeña laguna en UK.

Escardinio o gardí (Scardinius erythrophthalmus).

El escardinio(Scardinius erythrophthalmus) también se conoce comúnmente como escardino y como gardí. Al no ser un pez autóctono ninguno de estos nombres parece ser el correcto y hay biografía que se refiere a ellos indistintamente por cualquiera de estos nombre. En la vecina Francia lo conocen como "rotengle"y en UK como "rudd".

Escardinio pescado al method feeder mientras buscaba bremas en Francia.

Se alimenta principalmente de placton, insectos terrestres y materia vegetal como brotes o raices de plantas acuaticas. Pasa la mayor parte del tiempo en el tercio superior de la capa de agua. Se puede encontrar indistintamente en aguas paradas o corrientes ya que puede tolerar una gran cantidad de condiciones de agua y contaminación.

Estudios científicos han determinado que un escardinio puede consumir hasta el 40% de su peso en vegetación en su solo día y que luego dispersar los nutrientes en todos los niveles de agua. 

Se pueden encontrar escardinios en prácticamente todas las cuencas interiores de Cataluña y diferentes puntos del río Ebro así como en las Lagunas de Ruidera. Actualmente parece que también se pueden encontrar en varios embalses cercanos a la capital madrileña.

Los escardinios pueden llegar a ser muy voraces.

Al igual que el gardón, pesqué mis primeros escardinios en Francia en 2012 y lo he vuelto a hacer en varias ocasiones, tanto en España como en el extrajero. En algunos escenarios del país vecino es habitual que se encuentren mezclado con el gardón y se vayan alternando en la pesca. El escardinios es un pez menos tímido que el gardón e incluso en ocasiones se abalanza sobre señuelos artificiales. Personalmente creo que este pez se encuentra más cómodo en escenarios naturales con abundante vegetación.

Bremas, percas, gardones y escardinios pescados en Francia en 2012.


Diferencias entre escardinios y gardones.

Existen algunas diferencias morfológicas notables que nos ayudarán a saber que pez acabamos de pescar. Quizá la más fácil sea la boca. Al desanzuelar el pez observaremos en que dirección se abre la misma. El escardinio tiene una boca súpera, esto es, apuntando hacia arriba. Esto nos da una idea de que este pez come casi siempre en la mitad superior del agua. En cambio, el gardón tiene la boca terminal, esto es, en en el extremo de la cabeza, apuntando hacia adelante.

Detalle de un escardinio. Foto: Luis Sierra.

La otra diferencia más clara es la alineación de las aletas. El gardón tiene aleta dorsal alineada con la aleta pélvica. En cambio, en el escardinio la aleta dorsal se encuentra retrasada respecto a la aleta pélvica. Sosteniendo el pez tumbado en la palma de la mano observaremos si las aletas están alineadas. Si lo están, lo que acabamos de pescar es un gardón.


Otra diferencia es la coloración del cuerpo. El escardinio tiene el cuerpo, especialmente por encima de la línea lateral, entre dorado y verde con algunas decoloraciones y algunas escamas más oscuras. El gardón tiene las escamas mucho más homogéneas y el color del cuerpo es claramente plateado.


La última diferencia es de la que menos me fiaría para distinguir estos peces. En la mayoría de los casos el gardón tiene un ojo rojizo, de color bastante oscuro. En cambio, el escardinio tiene el ojo amarillo o anaranjado, bastante más claro.


A la hora de diferenciar estos peces es posible que encontremos ejemplares que no cuadren perfectamente con la definición que aquí describimos. Es muy habitual que estas dos especies hibriden entre si y surjan ejemplares con características diferentes. Además, los peces se adaptan al medio en el que viven y es posible que la coloración de sus cuerpo cambie dependiendo del escenario.


Texto: Daniel Porto. Fotografía: Daniel Porto y Luis Sierra.

Pesca a la boloñesa en Aranjuez

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En esta ocasión nos volvemos a desplazar hasta la madrileña localidad de Aranjuez en busca de barbos pescados a boloñesa. En este tramo del río Tajo la pesca a la boloñesa es una auténtica tradición y hay grandes maestros en esa técnica. Pedro Procostales, uno de los mejores pescadores de la zona, me ha dejado seguirle una jornada y me ha dado muchas claves para triunfar pescando con esta modalidad.  

Tenía muchas ganas de escribir esta entrada. Aranjuez es uno de los escenarios a los que mas cariño tengo y que más veces he pescado en mi vida. Los barbos y las aguas del Tajo siempre me han atraído. Hoy en día es para mi uno de los mejores escenarios para la pesca de ciprínidos en la Comunidad de Madrid.

La pesca a la boloñesa siempre ha estado ligada a la ciudad de Aranjuez. Antiguamente se pescaba mucho allí los barbos con ova, una técnica que podemos considerar precursora de la boloñesa tal y como la entendemos ahora. La "ría" y el "Rancho" eran dos tramos donde los pescadores del municipio y otros muchos venidos de Madrid se agolpaban en busca del rey de estas aguas: el barbo. Era un época en la que el río llevaba mucha más agua y las especies autóctonas todavía nadaban libremente por sus aguas.


Mi protagonista de hoy es Pedro Procostales, considerado uno de los mejores pescadores de Aranjuez. Aunque también es un gran pescador de feeder y con la enchufable, destaca especialmente por sus pescas a la boloñesa. Un día a mediados de Noviembre me ha permitido "interrogarle" acerca de esta pesca. Pedro conoce como nadie este tramo del río, cada puesto, cada metro del río. Lleva pescando allí desde los 11 años y sabe como el nivel del río, la turbidez del agua o la meteorología van a afectar a los barbos en el Rancho.



El Rancho es un tramo del Tajo situado aguas abajo de Aranjuez. Es un tramo de río naturalizado donde el río fluye libremente sin presas ni azudes y va trazando curvas a su antojo. Sus orillas están pobladas de chopos, alamos y tarays. En algunos puestos hay más profundidad que en otros y la vegetación y los obstáculos en el río van marcando la dirección de las corrientes. En fin, un río libre, un río como todos nos imaginamos que deberían ser los ríos.

En este tiempo otoñal, nadie sabe muy bien porqué, los barbos de río Jarama y de tramos inferiores del río Tajo remontan hasta situarse en este tramo hasta que llegan las grandes heladas. Durante esta época es uno de los mejores momentos para visitar este tramo para pescar a la boloñesa. Si logramos librarnos de los alburnos podemos vivir jornadas gloriosas disfrutando de las carreras que nos brindan los barbos. El tamaño de estos peces es muy diferente. A principios de otoño son los barbos pequeños, conocidos como "machitos" los que más dan la cara. Conforme pasan las semanas y bajan las temperaturas los barbos más grandes, de hasta 2kg, son los que cobran protagonismo.


La técnica reina para pescar este tramo es la boloñesa. Cebando con gusano blanco y rojo y dando largas carreras conseguiremos los mejores resultados. Pedro destaca que la mejor medida son los 7 metros. Deben ser cañas ligeras con una acción de hasta 20 gramos y que doblen bien con las embestidas de los barbos si no queremos romper bajos constantemente. Pedro utiliza, entre otras, una Colmic Competizione de los citados 7 metros.


Uno de los detalles más importantes que Pedro apunta es llevar un buen hilo en el carrete y que la bobina esté llena completamente. A lo largo de la mañana pude comprobar que es un detalle de vital importancia para poder ejecutar las carreras limpiamente. En varias ocasiones, cuando ha acabado una carrera, Pedro recoge la línea sujetando un trapo antes de que entre en el carrete. Es importante para mantener la línea limpia y quitar muchas vueltas y así lograr que la línea salga con facilidad del carrete. En esta ocasión Pedro utilizó una línea de 0,20 mm y un bajo de 0,16 mm de diámetro. Los peces grandes empezaban a dar la cara y había que plantarles batalla.


Para Pedro el mejor flotador para pescar a boloñesa en el Menta Pisa de Colmic. Pedro lleva muchos flotadores de 4, 6 y 8 gramos de este modelo para pescar este tramo. Como curiosidad, me llevó al río una serie de flotadores que ha ido utilizando en este tramo a lo largo de los años. Corcho, madera de balsa con canutillo interior, madera de balsa con quilla y los actuales, y según el, mucho mejores Menta Pisa. En algunas ocasiones en las que la visibilidad no es muy buena Pedro no duda en utilizar antenas huecas para colocar encima de las que trae originalmente el flotador.


Al contrario de lo que se hace tradicionalmente en Italia, gran referente de la pesca en esta técnica, Pedro agrupa el 80% de la plomada en una lágrima u olivette que situa 30 cm por encima del nudo del bajo. Completa su montaje con varios plomos que situa por debajo para lograr un perfecto equilibrio en el flotador.


Un detalle que me remarcó en varias ocasiones es utilizar el mejor cebo disponible. En este caso hablamos de gusano blanco. Debe estar lo más limpio posible y estar muy fresco. Pedro remarca que el gusano blanco debe pesar. Y lo dice por varios motivos. El primero es conseguir que llegue todo lo lejos que queremos cuando cebamos con el tirador. El segundo pero no menos importante es que debe bajar al fondo rapidamente. Si el gusano tarda mucho en llegar al fondo los barbos empezarán a tomarlo muchos metros por debajo de nuestro puesto y nos dificultará su captura. Además, si navega muchos metros entre dos aguas el alburno se lo comerá y no llegará hasta la boca de los barbos.



Otro aspecto de vital importancia es sondear el puesto correctamente. Pedro me explica que hay que sondear a lo largo de toda la carrera observado donde se empieza a arrastrar la plomada y donde el flotador empieza a no derivar correctamente. A lo largo de la mañana y con el río cambiando en altura observé como nuestro protagonista retocaba la profundidad en varias ocasiones. Cuando notaba algún extraño en la carrera no dudaba en ajustar levemente la profundidad en el flotador.

La mañana transcurrió tranquilamente. El río bajaba más alto, revuelto y turbio de lo habitual. Esto no fue ningún problema ya que Pedro seleccionó un puesto donde sabía que los peces daban la cara. El problema fue el alburno. Con una actividad mucho más alta de lo habitual para estas fechas este pequeño pez fue el verdadero quebradero de cabeza para el pescador. En este detalle Pedro también mostró su experiencia y, a pesar de que los pequeños no pararon de dar guerra, logró llevar a la sacadera más de 20 barbos, algunos de buen tamaño.


Agradecer a Pedro su paciencia y su predisposición para contestar a todas mis preguntas y posar para las fotos.

Texto: Daniel Porto. Fotografía: Daniel Porto.


Feeder ultralight en lago urbano

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Con el final del otoño llega mi momento de volver a pescar a feeder. Pescando despacio, en escenarios adecuados, conseguiremos capturar algún pez a pesar de la bajada de de temperaturas y la inactividad de los peces. Utilizando un equipo muy ligero lograremos ver las picadas más sutiles y disfrutaremos con cada captura.


A finales del mes de Noviembre buscaba pasar una mañana pescando a feeder y conseguir llevar algunas capturas hasta la sacadera. No tenía muy claro porque pero en muchos de los escenarios que suelo frecuentar los peces estaban desaparecidos. Por ello decidí probar un escenario que no pescaba desde hacía 5 años: el Lago de Butarque o La Fortuna, en Leganés, Madrid. Había oído que los históricos problemas de filtraciones de la presa se habían resuelto en los últimos meses y que el nivel de agua era perfecto para pescar. Me contaron que podría encontrar abundancia de pequeños carpines y decidí darle una oportunidad. 

Para ello saqué una caña que no utilizo tanto como me gustaría: Drennan Ultralight Mini Feeder 9ft-10ft. Me la recomendó mi amigo Diego Manzano para mis queridas bogas y para pescar carpines a corta distancia. Es un "juguete" perfecto para pescar con bajos muy finos, de 0,12 mm o incluso más ligeros sin romper al clavar. Ese día la utilicé en su medida de 2,75 metros ya que mi idea era pescar a 12 o 15 metros máximo, un poco por delante de la línea de carrizos.  


Me sorprendió gratamente ver varios pescadores en sus orillas cuando llegué. Pude contar 5 pescadores con la caña de coup pescando en la orilla izquierda. Para ser una mañana entre semana el lago parecía estar animado. Al pasar delante de ellos pude ver como sacaban un par de pequeños carpines cerca de las espadañas. Los pesquiles que más me gustaban estaban ocupados por lo que acabe ocupando un puesto no muy lejos de la presa, frente al chorro que oxigena el laguito. 

Coloqué mi panier, saqué la caña de la funda y monté un plomo de 15 gramos para sondear un poco el lago. Después de tantos años sin pescar allí no sabía que podría encontrarme. Encontré un par de enganches cerca de la orilla a mi derecha, probablemente ramas que cayéron de los árboles. El resto todo despejado según lo esperado. Decidí alejarme de la zona de carrizos para no perturbar los pesquiles de mi derecha y decidí pescar a unos 15 metros de la orilla, un poco a la derecha de donde me había situado.

 

Para el cebado inicial seleccioné un cebador Jaxon de 5 gramos y tamaño contenido. Lancé de la forma más precisa que pude únicamente 3 cebadores cargados de engodo muy muy fino. Utilicé una mezcla al 50% de Sensas Gardon y Sensas Etang que cribé con la malla más fina que tengo. Mojé el engodo el día anterior y le dí un ligero toque de humedad en el momento. Tras el cebado inicial busque un cebador que cargase mucho menos engodo y que pesase un poco más para no perder precisión. Seleccioné un cebador Drennan de jaula en tamaño "micro" de 10 gramos de peso. Después, por culpa del viento de cara que azotó toda la jornada, lo cambié por otro en tamaño "mini" de 15 gramos que lanzaba bastante mejor. 


En el carrete llevaba una línea de 0,20 mm, quizá un poco gruesa para la caña y los cebadores que pensaba utilizar. Los bajos que monté fueron de 0,14 y 0,16 mm. Anzuelo Red Maggot en tamaños 16 para pescar con una lombriz XS o 18 para pescar con un gusano o dos. Montaje típico de competición con el cebador colgando de un "feeder link" o "potencia feeder" (que después quité) y un bajo de 40 cm. La idea inicial era utilizar un montaje con el bajo colgando de la línea principal y el cebador en punta pero descarté la idea al ver el viento que azotaba de cara. 

Al quinto o sexto lance noté un roce de línea en la puntera. Un minuto después un picada muy clara que clave sin dudar. Enseguida me di cuenta de que aquel pez no era uno de los carpines que tenía como objetivo. Con el hilo en el clip del carrete aquel pez me dió bastante guerra. Con una caña más dura y ese bajo tan fino la carpa hubiese roto al primer o segundo embite. Tras 5 minutos metí parcialmente en la sacadera el pez más grande de la jornada. Se trataba de una carpa muy blanca que pasaba con facilidad los 2,5 kg


Pensé que había encontrado la aguja en el pajar. Solté la carpa sin fotografiarla al estar solo y cargué mi cebador de nuevo. Ni por un momento me plateé cambiar el bajo o el anzuelo. Tras otros dos lances tuve otra picada muy clara y volví a clavar con decisión. Sin duda otra carpa. Este segundo pez era mucho más pequeño que el anterior pero también luchaba con valentía. En este caso se trataba de una carpa muchísimo más oscura con algunas decoloraciones que recordaba a una carpa "ghost". 

Enseguida llegó mi amigo Fernando y tras charlar un poco con él volví a la pesca. Pocos lances después clavé otra bonita carpa. La fotografía que me hicieron sirve como portada de esta entrada. Parece que las carpas habían tomado el puesto y no dejaban que los carpines entrasen a comer. Estuve hablando con algún pescador habitual de este escenario y me comentó que en esta época hay días que te encuentras con esta sorpresa y en vez de carpines les da por picar a las carpas. Estaba disfrutando de lo lindo. Con una caña tan corta y blandita cada lucha era emocionante


La mañana iba pasando entre captura y captura pero el viento cada vez golpeaba más fuerte de cara. La verdad es que mantener una conversación cada se empezaba a hacer difícil. El resto de pescadores había decidido recoger. Decidimos aguantar media hora más porque las picadas era abundantes. Tuve que hacer algunos retoques en el montaje. No se si por el viento o porque tenía la línea tocada tuve varios enredos en la línea. Fue entonces cuando cambié el montaje. Quité el "feeder link" y deje el cebador colgando de un pequeño emerillón. También cambié el cebador por otro un poco mayor: pasé de 10 a 15 gramos y de tamaño "micro" a tamaño "mini". Parece mentira pero con unos retoques tan sencillo y ganando tan poco peso, los lances empezaron a entrar mejor en el pesquil y desaparecieron los enredos. 


La última media hora, ya con el nuevo montaje, fue espectacular. A la media docena de carpas de varios tamaños que había ido sacando a lo largo de la mañana se unieron, por fin, los carpines. Fue entonces cuando la caña demostró todo su potencial. Las picadas eran muy muy tenues, apenas un ligero movimiento de la puntera. Pero estando atento y clavando rápidamente pude llevar hasta la sacadera 6 carpines de 15 o 20 cm. Creo que dejé el pesquil en el mejor momento pero me habían prometido una ración de oreja a la plancha y a una proposición como esa no se puede decir que no...


No se puede pedir mucho más a una jornada de feeder a finales de noviembre. Una docena de peces de diversos tamaños no esta mal para estar al lado de casa. Estoy seguro de que volveré algún rato a este laguito a lo largo del invierno... Agradecer a mi amigo Fernando la compañía. Se acercó a verme a su antiguo barrio y las mejores fotos del día son obra suya.

Texto: Daniel Porto. Fotografía: Fernando Muñoz y Daniel Porto.



Resumen 2019: Daniel Porto

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Llega el final del año y como vengo haciendo desde 2014 voy a intentar resumir en unas pocas líneas como ha sido este año de pesca. Sigo pescando más o menos los mismos escenarios de siempre pero es cierto que mis gustos van cambiando conforme pasan los años.

Cada año que pasa valoro más algunos peces como las bogas, barbos o truchas y busco escenarios lo más naturales y salvajes posibles. Si pudiese elegir no dudaría en intentar capturar alguno de estos peces en el tramo medio o alto de algún río de aguas transparentes. Pero tampoco soy un sibarita. Hay veces que no existe esa posibilidad y no me importa coger la caña de feeder, unos pellets y lanzarme a coger algún pez en las lagunas que tengo cerca de casa.


Feeder

He disfrutado de grandes momentos pescando a feeder este año. Muchos de ellos con mi amigo Francisco, especialmente en los primeros meses del año, justo antes de que la primavera entrase con fuerza. Quizá los resultados no hayan sido tan buenos como en años anteriores pero guardaré en mi memoria algunas jornadas en busca de barbos en nuestras queridas lagunas. Especialmente aquella mañana donde salieron algunos de los barbos más grandes que he pescado nunca con esta técnica. Además, buscando pesca más pequeña con la caña ultralight he disfrutado como un niño sacando peces que no llegaban ni siquiera a medir dos palmos.



Coup

Probablemente las jornadas en las que más he disfrutado de la pesca este año han sido jornadas que he pasado con mi pequeña enchufable - fija Middy en la mano. Dos ratos por encima de todos los demás permanecerán en mi memoria: la mañana de bogas pescadas con pan de molde de la primavera y aquella tarde de verano con Luis pescando tencas y escardinios. He pescado mucho y variado este año con esa caña, desde gobios a pequeños barbos. Tengo este tipo de caña desde 2015 pero creo que nunca le había sacado tanto partido como le saco actualmente. Se adapta perfectamente a los escenarios y a la especies que me gustan. Espero pescar mucho con ella en 2020.


Pesca a mosca

Si por algo ha destacado este año de pesca ha sido porque he pasado más jornadas pescando a mosca que a cualquiera otra de las modalidades que practico. Ha sido también el primer año que dedico mis jornadas de pesca en vacaciones a este tipo de pesca. Visité León para probar (podéis leer la crónica pinchando aquí) y volví de allí todavía más enamorado de esta pesca de lo que me fui. Y traje conmigo montones de ideas en la cabeza. La pesca a mosca se acerca mucho a mis valores: contacto con la naturaleza, escenarios "salvajes", peces autóctonos, literatura, viajes, minimalismo...


Comprendí que era el momento de avanzar. Con mi caña de coup y un puñado de ninfas puedo sacar alguna boga en mi amado Lozoya pero quiero seguir progresando. Podría hacerlo como lo he hecho toda la vida, leyendo artículos y libros, viendo vídeos, recurriendo a amigos para que me fuesen explicando... Pero he decidido enfocarlo de otra manera radicalmente distinta.

En Agosto decidí contactar con Ignacio, un amigo que tenía en Facebook del que me maravillaban sus fotos y explicaciones, para proponerle que me diese una formación global en esto de la pesca a mosca: materiales, entomología, lance, estrategias en el río, montaje... Menudo "marrón" le cayó... A través de sesiones de pesca va enseñandome a lanzar, a posar (alguna vez lo conseguiré hacer bien Ignacio), a seleccionar las moscas... Creo que de esta manera voy a avanzar mucho más rápido de lo que lo haría por mi cuenta. Como ya le he dicho a él: contigo voy a aprender en un año lo que tardaría 10 en aprender yo solo.

Y no tengo ninguna prisa en sacar peces. No me importaría pasar toda la "formación" sin sacar un solo pez si termino lanzando de forma más o menos ortodoxa y adquiero el conocimiento suficiente como para afrontar una jornada de pesca con cierta seguridad. Quiero lograr una base sólida e ir puliendo después los detalles sin haber adquirido manías ni malos hábitos. El año que viene pinta a pesca a mosca. ¡Prepárate Ignacio!

Otras técnicas

Apenas le he dedicado un par de jornadas a pescar a la inglesa, una mañana a pescar a boloñesa con Carlos (que me tuvo que dejar la caña porque ni siquiera tengo una) y otra mañana a pescar al lance con Óscar en busca de luciopercas en el Tajo. En todas disfruté y estuve acompañado de buenos amigos. Me da pena no poder dedicar más tiempo a estas técnicas pero no da la vida para más.



El blog

Este no ha sido el mejor año del blog. Hacía tiempo que no se publicaba tan poco. Apenas 16 entradas. Me alegra tener tantas visitas y cada día se vayan sumando seguidores a la página de Facebook. Releyendo entradas de años anteriores me sorprendo de lo mucho que han mejorado las entradas que aquí se publican. Los artículos son cada día más técnicos, más extensos y, a la vez, como muchos amigos me transmiten, cercanos y fáciles de leer. Creo que el camino es el correcto. No he perdido las ganas de escribir y tengo 5 o 6 pequeños artículos en el tintero que espero que vean la luz en los próximos dos meses.


Espero que sigáis acompañándonos el año próximo y aprovecho para desearos a todos un 2020 cargado de inolvidables momentos de pesca




Texto: Daniel Porto. Fotos: Daniel Porto. 

Feeder Links

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En esta ocasión vamos a explicar que son y para que sirven estos elementos para pescar al feeder. Surgidos en la última década son muy utilizados internacionalmente para la pesca de bremas y "silverfish" en condiciones difíciles. Traemos aquí algunos datos para entender mejor su origen y sus aplicaciones.

Feeder link de fabricación casera.
Qué son los feeder links 

La traducción más sencilla para "feeder links" sería: enlaces para el cebador. Se trata de un trozo de hilo de gran grosor (muchas veces fluorocarbono de 0,60 mm) que se coloca deslizando en la línea principal y del que cuelga el cebador. Básicamente "enlaza" el cebador con la línea. También he leído que algunos pescadores las denominan "potencias feeder".

Se empezó a usar por el equipo inglés de feeder por primera vez en el mundial de feeder de 2012. A partir de 2014 se popularizó su uso y hoy en día es común su utilización en multitud de competiciones de feeder en Europa. Es muy importante destacar que el uso de este elemento cumple con las normas internacionales al ser un montaje deslizante en el que el cebador corre libre por la línea. 

Se pueden usar en cualquier longitud pero los más populares son los de 5, 7.5 y 10 cm.

Origen y perfeccionamiento 

Parece que el famoso pescador inglés Des Shipp fue el inventor de estas piezas. Todo invento surge de una necesidad. En este caso Des buscaba la manera de adaptar un montaje clásico tipo paternóster para cumplir las normas de algunos escenarios donde solo se permite la pesca con cebador corrido en la línea. El montaje paternóster es el montaje para pescar bremas por antonomasia. Al estar el cebador colgando de un brazo de hilo atado a la línea principal los peces no notan el peso del cebador y muerden el anzuelo con mucha más confianza. Des buscaba pescar con las ventajas de un montaje paternóster pero cumpliendo la máxima de dejar el cebador corriendo por el hilo.

Feeder links de Guru. Foto: Minko Naydenov

Los primitivos feeder links de Des Shipp (que no eran más que un trozo de hilo colgando de un emerillón) los acabó por perfeccionar y popularizar el actual manager del equipo inglés de feeder Dean Barlow. Según el mismo ha contado en varias ocasiones, a la vuelta del mundial de feeder celebrado en Gent (Bélgica) en 2012 decidió mejorar aquel invento. Como tenía experiencia y materiales para montajes de pesca en el mar acabó usando grapas y perlas para llegar al diseño que todos conocemos hoy en día. Actualmente Dean vende los feeder links que el mismo fabrica a través de su página de Facebook. 

Caseros o comerciales

Cualquier pescador puede fabricarse este elemento en su casa. Yo mismo lo he hecho en varias ocasiones. El único problema será buscar los materiales correctos para su realización: cuencas de mediano diámetro, grapas (o sleeves, o crimps, o como quieran llamarse estos pequeños tubos de metal que luego aplastaremos), hilo de diámetro adecuado y emerillones con mosquetón. Además a mi me gustan usar también tubitos termoretráctiles para eliminar los brillos que puedan dejar las grapas y para darle un extra de rigidez al conjunto.

Otra opción es comprarlos. Prácticamente todas las casas comerciales disponen de su propia versión de los feeder links. Como en todo, hay diferentes calidades y diferentes precios pero enseguida se nota quién ha intentado mejorar el producto básico y quien se ha limitado en copiar con más o menos éxito la idea original.

Feeder link casero en acción de pesca.


Antecedentes: Link ledgering

El link ledgering se trata de una técnica que surgió en Inglaterra en la década de 1970 para pescar canales de mediana y gran anchura en la época invernal. Valiendose de cañas tipo "Wand", esto es, cañas de 3 metros, muy finas y con punteros ultrasensibles (y delicados) de fibra de vidrio se lanzaban pequeños montajes a base de plomos AAA (0,8 gramos). Las míticas cañas Shakespeare Sigma Wand eran las utilizadas en esa época para este tipo de pesca.

Montaje link ledgering.

El montaje es bastante sencillo. Utilizando una línea principal muy fina (0,12 o 0,14mm) se insertaba un pequeño emerillón corrido y dos pequeños plomos del nº 8 como tope delantero. De dicho emerillón se colgaba un trozo de nylon de 0,25 o 0,30 mm que se doblaba y donde se colocaban 2 o 3 plomos AAA o un pequeñísimo cebador de gusano de 8 o 10 gramos. Semejante grosor en el nylon se usa con el fin de dar rigidez y minimizar enredos. ¿Os resulta familiar?

Cuando descubrí esta técnica hace 3 o 4 años en un vídeo de mi admirado James Robbins (ver pinchando aquí) enseguida me vino a la cabeza la idea ¿moderna? de los "feeder links". Los dos montajes se parecen hasta en el nombre... Para mi los "feeder links" no son más que una revisión y perfeccionamiento de los viejos montajes de "link ledgering".

Feeder en busca de peces pequeños en aguas frías y transparentes. 

Aplicaciones en la Península Ibérica

En todo momento hemos hablado de pesca delicada, gardones y bremas en aguas naturales y época invernal. ¿Acaso tienen los feeder links aplicación en el sur de Europa? Sinceramente, si hablamos de hacer grandes pescatas de carpas o barbos, creo que no es necesaria su utilización. En cambio, si hablamos de pescas de pequeñas carpas, peces gato, carpines o gardones en competición, creo que su uso puede ser de gran ayuda. Quizá pueda mostrarnos unas pocas picadas más que pueden ser decisivas al final de la manga.

En mi caso particular los he usado en contadas ocasiones. Cierto es que me encanta la pesca de pequeños peces al feeder, especialmente las bogas y los carpines, pero pescando por libre hay otros montajes menos complicados (pero prohibidos al no montar el cebador corrido) que son muy efectivos para estas pescas delicadas. Lo que si es seguro es que en mi caja de "piezas" para pescar a feeder llevaré siempre media docena en un par de longitudes diferentes.


Texto: Daniel Porto. Fotografía: Minko Naydenov y Daniel Porto.


¿Cómo guardar los bajos de línea?

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Independientemente de la modalidad que practiques es seguro que llevarás los bajos de línea ya montados y organizados previamente. A todos nos gusta ganar ese minuto que se tarda en montar el bajo en el río. Además, llevar variedad de bajos montados nos da la oportunidad de probar otras opciones rápidamente si detectamos que algo no esta funcionando en nuestro montaje. Pero... ¿Cual es la mejor manera de llevar nuestros bajos de línea?



A día de hoy existen numerosas opciones para transportar nuestros bajos. Solo me voy a centrar en aquellas que considero mas populares. Por tanto, no voy a entrar a describir las carteras de bajos con compartimentos transparentes (donde en cada "bolsita" se debe guardar un bajo perfectamente enrollado), los acoples para módulos de panier exclusivamente diseñados para guardar bajos montados (que Rive comercializa en diferentes tamaños) o algunos inventos caseros como las tablas de madera recubiertas de goma eva que Paco M. Giraldo nos mostraba en la revista "La Línea". Probablemente me deje en el tintero alguna opción pero, en mi opinión, estas son las mejores maneras de guardar los bajos de línea:


Cartera de bajos tradicional

Probablemente el sistema para guardar bajos más popular de todos. ¿Quién no ha tenido una de estas carteras? Se trata de unas carteras más o menos planas con 4 secciones que se pliegan entre si. Cuando se abren, disponen de unos "peines" de plástico en un extremo y unas planchas de foam en el otro extremo. Las lazadas de los bajos se colocan en los peines y los anzuelos se clavan en el foam.

Detalle de los "peines" que sujetarán las lazadas.
Los bajos se guardan estirados y al estar el anzuelo situado en la espuma no es necesario que todos los bajos queden exactamente de la misma longitud (aunque si es deseable). Además, como no es necesario tensar el hilo para colocarlo entre "pines" o clavillos creo que es el sistema que protege más los bajos y los nudos.



Ventajas: Son ligeras, se encuentran en muy diferentes longitudes, son baratas.
Inconvenientes: Se puede almacenar pocos bajos en cada cartera, son menos resistentes que otros sistemas.


Cajas de bajos de plástico

Se trata de unas finas cajas fabricadas enteramente en  plástico con diferentes "pines" para llevar diferentes longitudes de bajos en la misma caja. La lazada se atrapa en unos de los pines mientras que el anzuelo queda sujeto en el pin del extremo contrario. Preston Innovations lleva muchos años comercializándolas y creo que fue esta compañía la que desarrolló este magnífico invento. En los últimos 10 años hemos pasado de las cajas originales, en 2 o 3 medidas, a las actuales, mucho más resistentes, prácticas y ligeras.  En los últimos años han surgido evoluciones de esta caja donde los pines son móviles, los cierres son magnéticos y existen bolsas para transportar 4 o 5 cajas iguales.
Cajas de plástico: modelos originales de Preston Innovations.

Es mi sistema preferido para guardar bajos. Y me refiero a las cajas originales: ligeras y simples. Tengo varias carteras en varias longitudes para diferentes modalidades: coup (15-20 cm), inglesa (35 cm), feeder (35 cm), method feeder (10 cm)... Después de probar de todo creo que es el sistema que mejor se adapta a mis necesidades.

Detalle de los pines de las cajas de plástico.


Ventajas: el más ligero de todos estos sistemas,  muy barato, muy resistente.
Inconvenientes: por el momento no existen cajas de este tipo para bajos de gran longitud. 


Cajas de madera o aluminio con clavillos

Quizá el más estético y clásico de todos estos sistemas. Existen verdaderas joyas de ebanistería para guardar bajos de línea para la pesca. Se trata de una caja de madera o aluminio donde encontramos clavillos en los extremos. La lazada se sujeta en un clavillo y en anzuelo en en el clavillo contrario. Por tanto, los bajos quedan perfectamente estirados y ordenados.

Caja de madera para bajos cortos. Foto: Andrés Almazán

En su inmensa mayoría se trata de cajas de madera de diferentes tamaños pero Sensas y Rive todavía comercializan unos pequeños maletines de aluminio con el sistema de los clavillos. Muchas marcas comerciales ofrecen cajas de madera de este tipo pero ninguna se acerca a la calidad de algunos artesanos que fabrican las cajas en las medidas que el pescador les encargue. Y este creo que uno de sus puntos fuertes: existe la posibilidad de crear una caja con las dimensiones y la distribución interior que el pescador necesite. 


Detalle de los clavillos. Foto: Andrés Almazán

Ventajas: Realmente bonitas, el orden de los bajos es absoluto, disponibles en medidas "a la carta".
Inconvenientes: No son baratas, son mas delicadas que otros sistemas


Cajas de madera con tablillas

Se trata de una evolución del sistema anterior aunque no es precisamente un concepto moderno. En la caja se almacenan tablillas donde cada tablilla tiene un clavillo en cada extremo para sujetar los bajos. Las tablillas encajan perfectamente en la caja. Las ventajas de poder extraer las tablillas es que puedes disponer de muchas tablillas diferentes y solo llevar a pescar las 8 o 10 con los bajos que creas que son más adecuados para el escenario y las condiciones. No es necesario disponer de varias cajas para cubrir todas las situaciones, con disponer de una caja y varias tablillas es más que suficiente. Además, puedes tener en la bandeja de tu panier solo la tablilla o tablillas que estas utilizando y dejar el resto en la bolsa protegidas del sol. 

 Tablillas extraídas de la caja.  Foto: Andrés Almazán

Solo conozco un par de marcas comerciales que comercializan este tipo de cajas. Destacar especialmente el nuevo sistema de Preston Innovations "Mag Store System" donde las cajas y las tablillas están fabricadas en plástico y encajan a través de unos pequeños imanes. De nuevo, las más bonitas y mejores cajas son las fabricadas por artesanos ebanistas según las especificaciones de cada pescador.

Caja de tablillas. Foto: Andrés Almazán


Ventajas: Bonitas, se encuentran en muy diferentes longitudes, muy polivalentes.
Inconvenientes: Precio, quizá sea el sistema menos ligero de todos los descritos.


Discos de foam

Venidos de la pesca en el mar para quedarse. Recuerdo verlos hace más de 10 años a los pescadores de surfcasting. En mi opinión son la mejor solución para almacenar bajos de línea de gran longitud. Por este motivo se han convertido en la opción preferida de los pescadores de feeder. Además, los fabricantes viendo el tirón de este sistema se han apresurado a lanzar cajas o maletines donde mantener ordenados hasta 20 discos de foam. Son de sobra conocidos la caja para discos de Gurú o el maletín de Matrix donde los discos no se giran y se puede, de un solo vistazo, ver todos los bajos que llevas montados. 



Ventajas: muy ligeros, perfectos para bajos largos, usados en conjunción con un maletín o una caja se pueden llevar cientos de bajos montados.
Inconvenientes: hasta que te acostumbras a su uso son un sistema un poco engorroso ya que los bajos se montan unos encima de otros.


Texto: Daniel Porto. Fotografía: Andrés Almazán y Daniel Porto.











Días de ensueño en La Barqueta

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Estimados lectores ante todo pediros perdón por mi desconexión en el gran blog de mi querido amigo Dan, es cierto que el proyecto que ha llevado a cabo desde la creación de este ha ido creciendo y yo he aportado siempre que he podido mi granito de arena con toda la buena voluntad, al igual que las de los demás colaboradores y cómo no con el gran esfuerzo de Daniel, pero es cierto que llevo una temporada con poco tiempo para sentarme a escribir.




Hoy me gustaría compartir con todos vosotros una jornada muy especial para mí, por un lado, porque en el sitio que se realizó había hasta soñado con pescarlo. Lo había visitado varias veces por trabajo, visto muchos vídeos, pero nunca la había pescado. Por otro lado, hay que comentar que fue especial sobre todo por la compañía que tuve ese día y por el gran aprendizaje que pude adquirir.

La jornada que quería compartir con todos ustedes se desarrolló en el famoso escenario de la Barqueta, bajo mi punto de vista de los mejores escenarios que he pisado en mi vida por varios motivos: la recta que predispone gran igualdad, cómo por la gran cantidad y calidad de peces, cómo la variedad de modalidades que puedes plantear en una competición hace que sea un escenario único en el mundo. Para más detalles del escenario os recomiendo el post que escribió mi compi Valerio.

Ese día prácticamente no necesité despertador para levantarme, no dormí de la emoción que tenía. El objetivo de la jornada era pescar los grandes misiles del Guadalquivir a enchufable. La jornada empezó pronto a las 5:30 Moisés y yo nos levantamos y fuimos a desayunar para recargar pilas y coger puestos, ya que era el día de Andalucía y se preveía overbooking, que finalmente fue así.



A las 7 y algo ya estábamos prácticamente montados, pero la Barqueta estaba a oscuras todavía, sin duda una gran imagen para el recuerdo. Antes de todavía amanecer se incorporo a pescar con nosotros el gran Maestro Chano un buen conocedor de la Barqueta y apasionado de los barbos.


Como el objetivo era claro no montamos gran cantidad de parafernalia, la verdad que la pesca que íbamos hacer era “aparentemente muy simple”, montamos las veletas alargadas que veis en las imágenes en 0,8 , 1 , 2 y 3 gramos, estás veletas nos permiten hacer caídas muy lentas, ideales para provocar la picada de los desconfiados barbos. Estas veletas iban montadas en una línea del 0.22 con anzuelos sin muerte del número 18 montados en bajos de 0.18 de 30 cm de largo.


Respecto a los cebos mi amigo Moisés compro un saco de cañamón, del que cocimos unos 6 kilos para tirar con el tirador, de cebo en el anzuelo usaríamos Berza y gusano. La jornada empezó con una tertulia entre los pescadores que estaban montando y los que ya habíamos montado decidimos esperar para comenzar todos a la vez.


La mañana arranco fría, una vez iniciada la pesca a los 15 minutos pude clavar mi primer barbo que solo tardó 15 segundos en partirme el bajo que salió destrozado debido al roce con el mejillón cebra que hay en el fondo.


Continué cebando con tiradores de cañamón y provocaciones lentas y continuas, lentas y continuas, con lo que conseguí pinchar otro barbo que tampoco logré sacar. Tras esto seguí con la misma dinámica un buen rato, debido a que esta pesca es así. Ya llevábamos una hora de pesca, el compañero Chano había clavado ya tres barbos y los había sacado por lo que decidí estirar las piernas y ponerme un rato detrás de él para aprender.


La verdad que estuve un buen rato observando que era lo que hacía él respecto a lo que hacía yo y pude notar que a pesar de usar el mismo flotador que yo y un montaje similar sus provocaciones eran perfectas, alineadas y sincronizadas al igual que el ritmo que tenía de cebado y su precisión no era la misma que la que tenía yo, denotaba una gran experiencia en esta pesca, algo que para mí era nuevo, ¡y lo que me queda por aprender! Todo esto junto con sus gomas de 1.8 de 5 metros lograba dominar a los barbos.


Tras darme una masterclass el amigo Chano me ofreció pescar en su puesto y corregirme los fallos que estaba teniendo, tras ponerme y estar un rato pude clavar un par de peces, el primero fue una carpa que se desclavo en la orilla y el segundo fue un barbo que me partió por encima de la lazada del anzuelo. La verdad que el día pintaba bastante mal todavía no había logrado sacar un pez, pero no desistí.


Tras esto volví a mi puesto y Moi decidió estar conmigo cebándome cañamón constante hasta que lograra sacar un barbo, tras esto pude pinchar otro que, aunque no os lo creáis ¡Me partió el anzuelo! Ya no sabíamos que hacer, así que nos lo tomamos a risa y seguimos intentándolo, tras esto logré pinchar otro barbo, y ¡Por fin logré sacarlo! Era un barbo de 1 kilo y medio que despertó las risas de todos los que estábamos ¡Había sacado el barbo más pequeño de La Barqueta!


Después de sacar mi primer barbo decidimos parar a comer y recuperar fuerzas, puesto que debido al desastre de la mañana queríamos intentar mejorar el resultado por la tarde. El día se fue calentando y pasamos de estar con frio y sudadera a estar en manga corta con calor, esto lo notaron los barbos. Decidimos reanudar la jornada la que pudimos disfrutar de una jornada inolvidable, ya que tanto Moisés como yo pinchábamos barbos que al final sacábamos de una forma continuada, barbo tras barbo con sus respectivas grandes luchas se nos pasó la tarde en un suspiro y dimos la jornada por finalizada haciendo la foto para el recuerdo y devolviendo los peces a su entorno.


En definitiva, una jornada que jamás olvidaré no solo por la pesca tan bonita y agotadora que fue sino por la gran convivencia que pude tener esos días con mis amigos Sevillanos, toda la familia de Moisés nos trató como uno más y se preocupó de que no nos faltará de nada, ¡Así da gusto!¡Sin duda volveré!




Por último, me gustaría dedicar este post a un compañero de orilla que ya no está entre
nosotros, quizás la pesca como he intentado transmitir en este post es más que solo sacar
peces, significa entablar nuevas amistades y aprender unos de otros en las convivencias que
suceden. Agustín Laredo te echaremos mucho de menos en la pesca de competición y en esas
tertulias que teníamos tras las jornadas, al final es lo que nos tenemos que llevar de todo esto.
Mucho ánimo a la familia Laredo que siempre me ha tratado con una sonrisa al igual que
Deportes Florida.

Los barbos y los alburnos de la Calle Tilos así como todos los que te conocíamos jamás te
olvidaremos.

Texto: Víctor R. Fotos: Víctor R.

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